«Un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad» – Neil Armstrong. La llegada del hombre a la Luna el 20 de julio del 1969 se traduce como uno de los momentos más icónicos en la historia de todos los tiempos. ¡Te invitamos a conocer la historia de Neil Armstrong en la película ‘First Man’ de Damien Chazelle!
Neil Armstrong, el primer hombre en la Luna
Neil Alden Armstrong (1930-2012) fue un astronauta norteamericano que pasó a la historia de la humanidad por haber sido la primera persona en pisar la Luna.
El ingeniero aeroespacial, original de Wapakoneta, Ohio, fue el protagonista del evento más importante del siglo XX, cuando alrededor de 530 millones de personas veían en vivo y en directo su llegada a la superficie lunar, el 20 de julio del 1969.
Pero más allá de realzar la figura del héroe americano, Damien Chazelle -conocido por sus filmes Whiplash (2014) y La La Land (2017)-, de la mano con el historiador James R. Hansen, buscaron capturar lo que había detrás del mítico traje de astronauta.
«Había más de 400 mil personas trabajando para el proyecto Apolo. Él siempre sintió que, quizás, se llevó más crédito del que merecía por ser el miembro más visible del equipo, pero no necesariamente el más importante» – Rick Armstrong, el hijo mayor de Neil Armstrong.
Tanto la biografía del astronauta, First Man: The Life of Neil A. Armstrong, como la película del cineasta estadounidense, se enfocan más en la vida y personalidad de Neil Armstrong, que en el programa Apolo de la NASA, la llegada a la Luna, o el contexto histórico, bajo el que se realiza la pieza cinematográfica.
El libro, que sirvió para inspiración y fundamento de la cinta, se sustentó sobre la base de una serie de entrevistas que le realizó Hensen a Neil Armstrong en los primeros años del 2000.
First Man, un filme introspectivo y personal
Es precisamente este abordaje el que nos acerca hacia una visión más introspectiva sobre el compromiso, la seguridad, los sueños y las inseguridades del hombre que les dio a sus colegas:
«La exploración espacial cambia tu percepción. Te permite darte cuenta de cosas que debiste haber visto hace muchísimo tiempo» – Neil Armstrong, sobre su viaje al espacio.
First Man es un retrato del amor de Armstrong hacia su familia, asimismo, de cómo encontraba tanto en ella como en sí mismo, la motivación para su peligroso proceder.
El filme detalla con precisión la mirada de un hombre introvertido, brillantemente interpretado por Ryan Gosling, cuya pasión por la aeronáutica lo llevó a convertirse en un gran ingeniero, piloto, astronauta y, finalmente, profesor, ya en aspectos más maduros de su vida.
Más que perseguir el viaje del héroe de Armstrong antes de convertirse en el primer hombre en pisar la Luna, la cinta nos otorga un discurso excepcional sobre la decisión del entonces piloto, en aplicar para convertirse en astronauta en 1962, y cómo esa misma idea se remonta a la muerte de su pequeña hija Karen, quien había fallecido dadas las complicaciones de un cáncer cerebral ese mismo año.
Evidentemente, la pérdida de su hija causó en Armstrong una vulnerabilidad irrevocable, con la que deberá lidiar en todo su camino hasta su misión en el Apolo 11.
Sin embargo, a pesar del drama que sostiene la cinta a lo largo de su extensión; es un filme que se sustenta bajo el sello de Chazelle, uno de los directores más jóvenes y exitosos de la movida cinematográfica de los últimos años. Es gracias a ese sutil, discreto, pero conciso detalle, que First Man nos acerca hacia una faceta musical, romántica y familiar del astronauta.
«Había mucho de papá. Era divertido y amoroso, tenía un gran sentido del humor y era muy musical», dijo Mark Armstrong, uno de los hijos de Neil Armstrong.
Detrás de esta joya cinematográfica
Con imágenes, sonidos y característicos movimientos de cámara con los que Damien Chazelle ha sabido posicionarse tanto entre la crítica como hacia su audiencia, First Man, su tercera película, se convirtió en mucho más que un biopic, y llevó el género biográfico a otro nivel de introspección, que solo fue posible gracias a la colaboración de un equipo tan laborioso como los del mismísimo Apolo 11.
Por medio de una extraordinaria cinematografía, llevada a cabo por Linus Sandgren; junto a la magnífica supervisión de los efectos especiales, por parte del nominado al Premio de la Academia, Paul Lambert, es posible que el espectador se sienta mucho más cercano a la sensación claustrofóbica, sobresaltada y expectante, que nos otorga el personaje de Neil Armstrong.
Con información de: IMDb / Popular Mechanics / Filmaffinity
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