En el año 1900, después de que varios prototipos de globo aerostático susceptibles de ser llevados en una dirección u otra fueran desarrollados, el primer dirigible cruzó los cielos. ¿Quién es el hombre que puso estos globos más allá de las nubes?, ¿cuál es su historia?
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Ferdinand Adolf August Heinrich Graf von Zeppelin, o simplemente Ferdinand von Zeppelin, fue un inventor alemán nacido en la ciudad de Constanza el 8 de julio de 1838.
Inicialmente el conde de Zeppelin buscó hacerse una vida dentro de la milicia. Sirvió al ejército del Imperio alemán como general de caballería. Más tarde en su vida sería agregado militar del ejército ruso en la Guerra de Secesión norteamericana.
La observación en la guerra
Ya en Estados Unidos, un joven Ferdinand quedó fascinado con los globos que eran empleados para vigilar la plaza del enemigo. Allí realizó algunos vuelos de reconocimiento.
Zeppelin fue asignado al campo de globos aerostáticos del científico Thaddeus S. C. Lowe. Este debía cuidar que el secreto del funcionamiento de estos increíbles artefactos voladores no cayera en manos del enemigo; de modo que al conocer la insaciable curiosidad del joven militar alemán por los aerostáticos, Lowe decide transferir a Ferdinand.
Zeppelin fue a dar a otro campo norteamericano de globos aerostáticos, pero esta vez sería instruido por el aeronauta, de origen alemán, John Steiner.
Más adelante, en la década de los setenta, Ferdinand vuelve a Norteamérica, para reencontrarse con el profesor Lowe y ahora sí estudiar ampliamente y con detalle el mecanismo que permite colocar unos globos –en apariencia tan pesados– más allá de la superficie terrestre.
El prototipo y el primer vuelo del Zeppelin
Con los conocimientos adquiridos, Zeppelin vuelve a Alemania. Desde 1880 está decidido a perfeccionar la idea del globo aerostático dirigible.
En 1899, luego de haber mejorado el diseño de un modelo anterior de David Schwarz, Zeppelin lograría desarrollar el primer prototipo de un dirigible. Con este modelo llevó a cabo tres incursiones aéreas sobre las aguas del lago de Constanza.
En su interior, la estructura de este primer dirigible estaba compuesta por un carretel con 17 cámaras de gas, envueltas en tela encauchada.
Este modelo contaba con 128 metros desde la punta hasta la cola y 12 metros de diámetro. Podía contener un volumen de hidrógeno de 11 millones de litros. Además se propulsaba gracias a sus 2 motores de combustión interna Daimler, de 11 kW.
Auge y remplazo
El uso de los dirigibles como medio de transporte se fue popularizando de manera paulatina entre la décadas de 1910 y 1930.
Luego de allí, la mayor eficiencia y seguridad del aeroplano y el terrible incendio del dirigible Hindenburg descartaron a los dirigibles como opción para movilizar personas. En la actualidad estos vehículos se emplean principalmente para mostrar publicidad.
Con información de: National Geographic / Wikipedia
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Autor:
Jhonfrank Sánchez
