¿Nunca se han preguntado porqué Lady Gaga ha vendido 64 millones de copias con solo 5 años de carrera, mientras que artistas, increíblemente Influyentes, como Ramones tenían que sobrevivir de la venta de sus franelas luego de sus conciertos?
La respuesta la tienen los científicos Gregory Berns y Sara Moore, de la Universidad de Emmory en Estados Unidos.
Berns y Moore estudiaron en un escáner de resonancia magnética a 32 jóvenes de entre 12 y 18 años mientras les iban poniendo un grupo de canciones.
Pasaron 3 años y de estas canciones un pequeño grupo se convirtieron éxitos, otra grupo tuvo un éxito moderado y el resto fracasaron y pasaron al olvido.
Pues bien al hacer un cruce entre los resultados de las resonancias y el éxito comercial de las canciones, tenemos que las canciones que tuvieron un éxito de total a moderado habían ocasionado reacciones en una parte muy particular del cerebro de participantes.
El núcleo Accumbens tiene un papel importante en las sensaciones de recompensa, la risa, el placer, la adicción y el miedo, y esto lo hace al segregar dopamina.
Ahora bien, una de las cosas más interesantes arrojadas por el estudio, es que estás reacciones cerebrales son independientes de nuestras reacciones concientes, ya que los jóvenes llenaron un cuestionario sobre el posible éxito de estas canciones y los resultados del cuestionario no concordaban con los resultados del MRI.
Berns y Moore llegaron a la conclusión de que el éxito comercial de una canción está íntimamente ligado con la capacidad que tiene el oyente de predecir las melodías en la canción, ya que este proceso de “adivinar” lo que sigue a continuación genera una descarga extra de dopamina, pero está vez generada por otra parte del cerebro.
El hecho es que las melodías recurrentes, así como las secuencias de acordes más populares, están dentro de nuestro cerebro en un gran archivo, y cada vez que escuchamos un nuevo tema exitazo es porque nos “recuerda” a algo aunque no lo sepamos.
@elchevequebb para @Culturizando
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