A David Berkowitz, o “el hijo de Sam”, lo atormenta la voz de un demonio, quien supuestamente se comunica a través de Sam, el perro de su vecino. Esta voz es, según el asesino, la que le ha ordenado matar a unas 13 personas, de las cuales siete sobrevivieron, resultando gravemente heridas.
En el verano de 1977 la ciudad de Nueva York no solo enfrentaba unas de las más altas temperaturas de su historia. Por primera vez, y mediante cartas que les enviaba a los periódicos New York Post y The Daily News, el país seguía de cerca al “asesino del calibre .44”.
¿Un asesino en serie o una secta satánica?
Algunos de los hechos sobre los asesinatos quedaron en duda después de que el asesino en serie cambiara sus declaraciones. Luego de haberse declarado culpable afirmó que solamente disparó en dos ocasiones, matando personalmente a tres personas e hiriendo a una cuarta. Las otras víctimas fueron asesinadas, según Berkowitz, por miembros de una secta satánica de la cual él era miembro.
Aunque no había un patrón establecido en los asesinatos, las balas utilizadas en el ataque eran de ese calibre. Esta falta de patrón en los asesinatos hizo que fuera más difícil encontrar al asesino. También hizo que la policía reabriera el caso después de que Berkowitz cambiara sus declaraciones, pues era plausible que existieran diferentes asesinos; sin embargo, al final el único culpable fue Berkowitz.
El asesino alegó locura después de que lo capturaron, y los psiquiatras le diagnosticaron esquizofrenia paranoide de personalidad antisocial. En junio de 1978, lo juzgaron y condenaron a cadena perpetua con una pena de más de 300 años.
Después de pasar tiempo en la cárcel, empezó a leer la Biblia, y se convirtió al cristianismo, llegando a decir: “¿Por qué no se me apareció Cristo antes de cometer esos asesinatos?”.
Actualmente, el “hijo de Sam” sigue vivo y está cumpliendo condena en el penal de Sullivan, después de haber pasado por Attica donde lo atacaron con un arma blanca por los otros internos.
“El hijo de Sam”, o el asesino del calibre 44 tuvo una vida que se describiría como difícil. Lo abandonó su madre al nacer y perdió a su madre adoptiva a los 14 años por cáncer. Y finalmente, a sus 23 años, inició la serie de asesinatos que lograron sembrar el terror en la ciudad de Nueva York entre los años 1976 y 1977.
Con información de Wikipedia| La Vanguardia | Mag. El comercio | Murderpedia |
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