Conoce algunos de los mitos y realidades sobre los juguetes sexuales.
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Esta pandemia 2020 ha sido toda una revolución en la vida amorosa de muchísima gente, hay parejas que tuvieron que separarse, otros se distanciaron porque no resistieron la convivencia día a día y otros están en el proceso de no querer separarse pero ya no saben qué hacer con la terrible rutina que están viviendo.
En este aislamiento muchos se plantean la posibilidad de diversificar sus prácticas sexuales, lo que también es aplicable a quienes enfrentan esto en solitario; lo que me remonta a la reflexión de David Moncada (sexólogo y experto en el tema sobre impacto del distanciamiento social) y dice lo siguiente:“‘Nunca dejamos de jugar, solo cambiamos de juguetes”: “El sexo puede ser muchas cosas y también puede ser lúdico porque a través de él buscamos divertirnos, relajarnos, conectar o desconectar. Que la gente se anime a hacer cosas que normalmente no haría en el terreno de lo sexual se traduce en satisfacción”.
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Mientras tanto, compartimos un listado de tres de los mitos y realidades más comunes ligados al uso de juguetes sexuales.
Mito: Los juguetes sexuales son exclusivos para prácticas penetrativas.
Realidad: La verdad es que no. Según algunos estudios, pocas mujeres dicen llegar al orgasmo únicamente con la penetración. También necesitan caricias. En términos fisiológicos, un orgasmo se produce con la estimulación rítmica del pene o del clítoris. Sin embargo, el placer es mucho más extenso. El placer es una combinación de varias cosas, sobre todo de experiencias y erotismo .
Mito: Únicamente existen juguetes sexuales de tipo fálico.
Realidad: Para muchos hombres es un conflicto que su pareja quiera utilizar un dildo en forma de pene y creen que esta es la única alternativa. La realidad es que hay una variedad muy amplia de juguetes con distintos fines y para estimular distintas zonas del cuerpo. La clave es que cada persona tenga claro cuáles son sus deseos y fantasías sexuales. De este modo, podrán elegir de manera adecuada si se dan la oportunidad de recurrir a su uso.
Mito: El fin principal de utilizar un juguete sexual es llegar al orgasmo.
Realidad: Existe todo un abanico de posibilidades para llegar al placer; incluso hay personas que no necesitan llegar a un orgasmo, cada quien tiene su propia definición de placer. Para algunas personas incorporar un juguete sexual a su relación es una fantasía recurrente. Si una fantasía sexual provoca emociones positivas, podemos decidir si pasamos a lo real, pero no necesariamente tiene que ser así.
En esta pandemia lo ideal es ¡no dejar de jugar!reinventarnos cada día ya sea solos o acompañados; dejemos de juzgar lo desconocido o todo aquello que aún no forme parte de nuestro entorno, ¡si lo piensas lo creas! Sigamos buscando como salir de la rutina a pesar del encierro y valoremos que lo principal es que ¡hay vida!
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Autor:
culturizando.com
