La reducción de pecho: una intervención cada día más demandada.
El Dr. Marco Amaya Cirujano plástico especializado en la reducción de pecho nos explica las dudas más frecuentes entre aquellas mujeres que consultan por un volumen excesivo del pecho.
En primer lugar, lo más importante es tener un buen asesoramiento ya que no es infrecuente que una paciente solicite una reducción de pecho, cuando lo que necesite sea sólo una mastopexia.
El volumen mamario comienza a ser un problema cuento la mama ha perdido la sustentación y comienza a caer. El peso péndulo es, sin duda, el origen del problema.
¿Qué pacientes son candidatas a una reducción de pecho?
Bajo mi criterio son necesarios que se cumplan estos cinco puntos para aconsejar intervenirse a una paciente:
- Molestias que dificulten el día a día.
- Tamaño desproporcionado y falta de sustentación
- Peso estable. Las pacientes con sobrepeso y en casos seleccionados de pacientes obesas pueden ser intervenidas, aconsejando a estas últimas una pérdida de peso previa a la intervención.
- Deseos genésicos cumplidos o lejanos. Es decir, o bien que ya hayan tenido hijos, o se planteen en un futuro a medio plazo.
- Buen estado mental y expectativas realistas.
La edad no es determinante aunque podríamos agrupar a las pacientes que acuden a la consulta en dos grupos de edad: aquellas mujeres con edades comprendidas entre 17-27 años que sufrieron un desarrollo desproporcionado y las pacientes entre 35-65 años en la que tras embarazos, o con el paso de los años han sufrido un incremento de volumen del pecho unido a una caída del mismo.
¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DE UNA REDUCCIÓN DE PECHO?
Los beneficios de la reducción mamaria incluyen una mejoría de las molestias que provoca un pecho excesivamente desarrollado y falto de sustentación. Estas molestias pueden traducirse en:
– Dolores articulares en cuello y hombros, incluyendo cefaleas en algunas pacientes
– Intertrigos o eccemas a nivel del surco submamario, o hiperpigmentación de la piel por roce con el sujetador
– Alteración del centro de gravedad en la deambulación que puede provocar alteraciones neurológicas por la tensión de los nervios, traduciéndose en adormecimiento de brazos y manos.
– Dificultad respiratoria debido al exceso de peso sobre la caja torácica, sobre todo al tumbarse.
En otro plano estarían las mejorías en el aspecto psicosocial:
–Mejora de la autoestima, ya que un volumen excesivo de pecho puede provocar en algunas pacientes inhibición social.
–Incremento de la actividad física. Es frecuente que las pacientes con hipertrofia mamaria tengan que utilizar 2 sujetadores para realizar actividad física y esta esté dificultada por las molestias que les provoca el movimiento del pecho mientras corren o saltan.
TIPO DE ANESTESIA INDICADOS PARA LA MAMOPLASTIA DE REDUCCIÓN
La máxima seguridad se ofrece cuando se realiza bajo anestesia general, aunque la cirugía puede realizarse bajo anestesia local y sedación. En nuestro caso solo realizamos el procedimiento bajo anestesia general y con ingreso hospitalario durante al menos una noche.
[¿QUÉ TIPOS DE INCISIONES SE REALIZAN?]
Las intervenciones de reducción de pecho pueden clasificarse en función de las cicatrices que se realizan en 3 grupos:
- 85% Cicatriz en T invertida. Es sin lugar a dudas la más utilizada. En mis casos corresponde prácticamente al 95%. Es la que mejor controla la forma de la mama desde el postoperatorio inmediato
- 5-10% Cicatriz vertical. Es la menos empleada. Tiene la ventaja de no necesitar la cicatriz horizontal, pero el inconveniente de que la forma de la mama durante los primeros meses es rara.
- 5%correspondería a una miscelánea en los que ajustaríamos el tipo de incisión a características particulares de cada paciente.
En lo que respecta a los cuidados de las cicatrices tras reducción de pecho, nosotros empleamos la utilización de apósitos desde el primer día. A partir de las 2-3 semana recomendamos utilizar parches de silicona. Si las cicatrices tienen buen aspecto aplicamos solo aceite de rosa de mosqueta. La aplicación del láser intraoperatorio podría ser indicado en las pacientes que tienden a cicatrizar formando queloides.
¿Es dolorosa la intervención?
No. Contrariamente a lo que la gente piensa. La intervención en el 98% de los casos puede decirse que no es dolorosa, pero sí que conlleva molestias sobre todo en el surco submamario y en el lateral de la mama. Tras la cirugía la sensibilidad del pecho se verá muy disminuida, es por esa razón que no es dolorosa la intervención.
¿Los resultados son permanentes?
Los resultados de una cirugía sobre una persona nunca podrán ser permanentes. La mujer continuará envejeciendo y la mama lo hará como el resto del cuerpo. No obstante, pasados los 6 primeros meses si mantenemos el peso estable es fácil que esa variación sea muy discreta en el tiempo.
Dicho esto, podemos aclarar que tras la cirugía la mama se inflama y crea la ilusión óptica a la paciente de llevar unos implantes. Pasados de 2 a 4 meses la inflamación baja, y el volumen se reduce sobre todo en la parte superior que antes estaba inflamada. El aspecto del pecho tras la inflamación será de una mama natural. El resultado se mantendrá en el tiempo siempre y cuando no existan variaciones muy considerables (+/- 6kg) en el peso de la paciente en cuyo caso esa variación será apreciable en la mama como ocurrirá en cualquier parte del cuerpo que nos fijemos.
¿Se puede dar de lactar después de la reducción de mamas?
En la mayoría de los casos no se puede dar de lactar. No obstante, en casos muy concretos en función de la técnica podría ser posible. Estas técnicas que permiten dar el pecho solo podrían ser viables en determinados casos. Si el volumen es muy elevado como regla general no sería viable.
¿Se debe abandonar el tabaco antes de una intervención mamaria?
Si. El mejor consejo es abandonarlo completamente 2 semanas antes y 2 semanas después, no solo para la cicatrización, sino para la función ventilatoria durante la anestesia.
¿Hay más posibilidades de desarrollar un cáncer de mama tras la operación?
No. Las mujeres que se someten a una reducción mamaria tienen menos riesgos de desarrollar cáncer de mama en el futuro, por la simple razón de que se ha reducido el tejido mamario. No por ello significando que no puedan desarrollar cáncer de mama. Podrán desarrollar cáncer de mama pero en un porcentaje menor.
¿Qué sujetador debo utilizar tras una reducción mamaria?
Nosotros recomendamos un sujetador ortopédico específico. Puede utilizarse un sujetador deportivo siempre que tenga un sistema de cierre (mejor delante), evitando un contorsionismo de los brazos para colocarlo. Desaconsejamos sujetadores con aros hasta pasadas 6-8 semanas de la cirugía.
El sujetador ha de quedar firme, pero al mismo tiempo que la presión no resulte incómoda o molesta.
Hoy por hoy la técnica de reducción mamaria es segura, cuando el realizada por un profesional cualificado. La intervención ha evolucionado mucho en los últimos años, actualmente los tiempos quirúrgicos se han reducido desde las 4 horas a las actuales 2. La recuperación es más rápida, la mujer puede regresar a la oficina a partir de los 10 días. El tiempo de ingreso se ha reducido a 24 horas. El dolor postoperatorio quizás el gran temor de las pacientes, se ha reducido a molestias en el surco y el lateral de la mama.
Otras aspectos no han cambiado, como la pérdida de sensibilidad, o la presencia de cicatrices. A pesar de los avances, la aplicación del láser, parches de silicona o cremas con rosa de mosqueta no han mejorado de manera sensible las cicatrices.
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