La respuesta a la mayor necesidad de nuestra existencia tuvo lugar hace casi 140 años; sin embargo, el hombre buscó siempre una manera para solucionar los inconvenientes de lo inevitable… ¿Conoces el origen del papel higiénico?
Ahora es impensable un mundo sin el popular papel higiénico o papel sanitario. El papel toilette, en la jerga popular “papel tualé” (lugar de baño en francés, toilet paper en inglés) es un artículo omnipresente en todos los hogares, y una metáfora visual a quizás la más vieja de nuestras necesidades. Mirando hacia el pasado, el uso del papel higiénico tal como lo conocemos era remoto, aunque es difícil imaginar carencias de soluciones a las vicisitudes relacionadas con los procesos digestivos de aquel entonces, cuando el ingenio de las antiguas civilizaciones siempre se impuso ante las dificultades, sin dejar de lado la habitual incomodidad para enfrentarse al “curso natural de las cosas”.
Antes de la invención del papel higiénico se utilizaron desde hojas de lechuga, pieles, hojas de coco o maíz hasta trapos; todos manipulados con la obvia intención del aseo personal. Los griegos y romanos se las arreglaban con esponjas empapadas de agua salada, arcilla y piedras acondicionadas para tal propósito; sin embargo, las clases más pudientes podían utilizar lana. Los inuit de Groenlandia y el norte de Canadá tenían predilección por el uso de musgo en verano o nieve en invierno.
Las conchas marinas y las algas también trascendieron su carácter ornamental para ejercer funciones menos glamorosas con los habitantes de playas y zonas costeras. Las familias más poderosas y adineradas utilizaron hoja de cáñamo, y hay que mencionar que la realeza francesa utilizó nada menos que sedas y encaje para su higiene íntima; pues sí, el hombre siempre supo cómo limpiarse la retaguardia antes de construir pirámides o rascacielos.
Papel primigenio
Considerando a China como el país inventor del papel es evidente pensar que fue el primero en crear y usar papel higiénico. En el siglo II a. C. los chinos ya habían diseñado un papel cuyo uso principal era el de asearse después de ir al baño. En el siglo XIV, con la dinastía Yuan las hojas chinas de papel destacaban por su gran tamaño (medio metro de ancho por 90 centímetros de alto aprox.) y estaban en consonancia con la posición jerárquica de sus usuarios como los emperadores y cortesanos, un privilegio exclusivo de los ricos y poderosos miembros de la nobleza.
Un cronista árabe dejó testimonio de ello en 815:
“Los chinos no se lavan con agua después de hacer sus necesidades. Solo se limpian con papel”.
En Occidente, la fabricación de un papel para estos menesteres comenzó en Europa mucho tiempo después, aproximadamente en el año 1300. Aunque los datos son muy escasos, se puede ver un guiño a través de la obra de François Rabelais conocida como Gargantúa y Pantagruel, publicada entre 1532 y 1564, con referencias interesantes acerca de las distintas técnicas existentes para limpiarse…
En un diálogo con Grandgousier, Gargantúa refiere su búsqueda hacia encontrar el mejor y más práctico hábito sanitario, donde revela una lista de fracasos que incluye desde un sombrero de mujer, colchas, cortinas y almohadas, hasta llegar al papel, que también consideró un fracaso para dicha tarea.
Papel higiénico: el rollo de la comercialización…
A Joseph C. Gayetty se le atribuye el comercio del papel higiénico en el año 1857; un producto que consistía en láminas de papel humedecido con aloe, denominado “papel medicinal de Gayetty”; un producto que se comercializó con el ingenioso eslogan: “La mayor necesidad de nuestra era, el papel medicinal de Gayetty para el baño”.
Fueron los hermanos Edward y Clarence Scott quienes comercializaron el papel enrollado que hoy todos conocemos, y que además se enfrentaron al tabú de la sociedad de la época que consideraba inmoral y pernicioso que el papel estuviera expuesto en tiendas a la vista del público en general.
Cabe mencionar que este papel primigenio tenía fama de ser áspero y muy diferente al que usamos en nuestra era, que es considerablemente más suave y absorbente. En 1935 se lanza un papel higiénico mejorado bajo el aviso de “papel libre de astillas”, y desde entonces se han ido agregando diversas modalidades de color, cantidad de capas, tipo de textura o fragancias. En la actualidad existen miles de marcas en todo el mundo.
El papel vs. periódico
Cuentan los historiadores que en la Alemania nazi el papel higiénico que se conseguía en medio de la guerra era muy rústico, aunque el hábito de limpiarse con papel estaba muy extendido e incorporado a la cotidianidad alemana. En este sentido, las familias acopiaban hojas de los mejores papeles con el fin de hacer más placentera la estadía en el baño. Se hizo común la sustitución de ese papel con el Völkischer Beobachter, el periódico oficial de Partido Nacional Socialista.
En Zimbabue, el país africano afectado por una corrupción desmedida a consecuencia del régimen de Mugabe, el billete de más alto valor fue de 50 mil dólares zimbabuenses; un rollo de papel llegó a costar 100 mil. Luego de la fuerte inflación, se optó por utilizar papel periódico como sustituto.
Del c*** a la energía ecológica…
Desde su tímida aparición en tiendas, el papel higiénico incluso ha tomado parte en obras de arte, también ha inspirado a diseñadores de moda y artistas plásticos que ven las bondades de este material para sus creaciones… Podemos nombrar a Christo, Anastassia Elias o Yuken Teruya. Ahora, el papel toilette también hace su incursión en el campo de la electricidad, al ser capaz de generar energía con aproximadamente la misma eficiencia que una planta de gas natural y por el mismo costo que los paneles solares en el hogar.
Los investigadores encontraron que podían convertir en electricidad al papel higiénico usado, a través de un proceso de gasificación seguido de una reacción química con aire dentro de una celda de combustible de alta temperatura. De acuerdo con los datos de la Administración de Información de Energía de los Estados Unidos, este acontecimiento coloca al papel higiénico a la par con los recursos renovables en términos de las tasas de emisión.
Su papel en la actualidad…
El papel higiénico se ha desarrollado desde su invención. Al modelo de doble capa incorporado en 1942 se suman tecnologías avanzadas que aportan mayor suavidad y absorción (como la UCTAD, desarrollada y patentada por Kimberly-Clark). Entre lo más nuevo, se busca la incorporación de lociones en su hojas, como karité, un fruto natural famoso por sus propiedades cosméticas.
Contrariamente a lo que muchos podrían pensar, al ser un artículo de primera necesidad para muchos países, cerca de un 70% de la población del planeta no utiliza papel higiénico, y en muchas regiones donde existe precariedad en plomería han prescindido de su uso. En la India, es común el uso del agua en lugar de papel por considerarlo mucho más efectivo, algo lógico y un punto a favor para el bidet.
Con el avance económico de países como China, estudios afirman que la demanda del rubro crece en un 3.2% por año a nivel global. Los mayores consumidores en el planeta son Estados Unidos, Europa Occidental y Japón, este último muy famoso por la práctica de la papiroflexia (conocida en Occidente como origami) con su variante toiletgami que hace gala en los baños de los hoteles de ese país, con las puntas de los rollos de papel adornadas con figuras dedicadas a los huéspedes.
Con información de toiletpaperworld / toiletpaperhistory / muyhistoria
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