Entre las diversas formas que pueden adoptar los números en nuestra vida, los más comunes son los «cardinales» y «ordinales». Los números cardinales nos proporcionan una cantidad exacta, como uno, dieciséis, veinte, ochocientos, mientras que los números ordinales nos permiten identificar el orden de los elementos, como primero, quinto, décimo, vigésimo, y así sucesivamente.
Sin embargo, la escritura de estos números no es tan sencilla como parece, y es en este aspecto donde la «Ortografía de la Lengua Española» (2010) arroja luz sobre las reglas a seguir.
Cardinales: más que sumar y restar
Desde nuestros primeros días en la escuela, aprendemos que los números del 0 al 30 se escriben en una sola palabra, como uno, quince, veintidós, veintiocho, etc. Sin embargo, a partir del 31, nos enseñan a escribir la decena y las unidades por separado, conectándolas con la conjunción «y», como treinta y uno, cuarenta y cinco, setenta y ocho, y así sucesivamente.
Pero aquí está el giro: la nueva ortografía propone escribir estos números (menores de cien) en una sola palabra. Sí, es correcto. Tan válido es escribir «cuarenta y cinco» como «cuarentaicinco», o «noventa y ocho» como «noventaiocho». En este caso, la «y» se convierte en «i» cuando los dos números se fusionan en un solo término. Según la Academia, esta forma es preferible para evitar la escritura de *treinticinco, *cuarentitres, ya que reduce el diptongo «ai» presente en los números cardinales.
Ordinales: el arte de ordenar
En cuanto a los números ordinales, la Ortografía señala que es posible escribir los que se forman por la combinación de dos números de dos maneras: en una sola palabra o separados. Sin embargo, cuando se escriben en una sola palabra, se siguen las reglas generales de acentuación. Por ejemplo, «decimoprimero» no lleva tilde al ser una palabra grave terminada en vocal, pero sí se conserva la tilde en la escritura por separado: «décimo primero».
¿Qué hacer con cantidades elevadas?
En ocasiones, especialmente al referirnos a nombres de eventos, aniversarios, celebraciones, etc., la escritura de números ordinales puede volverse complicada, sobre todo cuando las cantidades son elevadas. En estos casos, es totalmente válido utilizar números cardinales. Por ejemplo, puedes decir «octogésima tercera edición» o «edición ochenta y tres». Lo incorrecto sería mezclar ambas terminologías, como en «*octogésima tres edición».
Dominar la escritura de números, ya sean cardinales o ordinales, es esencial para una comunicación precisa y efectiva. Estas reglas ortográficas nos ayudan a expresarnos correctamente en español y a evitar confusiones innecesarias. Así que, la próxima vez que te enfrentes a la tarea de escribir números, recuerda estas pautas y estarás un paso más cerca de la perfección en tu redacción en español.
Con información de: Castellano Actual
--
--