Según investigaciones y experimentos realizados por científicos estadounidenses este método nos ayudará a suprimir malos recuerdos, estrés postraumático y ansiedades mediante el bloqueo de una proteína presente en nuestro cerebro.
Hasta el momento, el estudio solo se ha realizado en especies marinas, especialmente en moluscos, pero se ha demostrado que estos invertebrados contienen la misma proteína que se encuentra presente en la formación de nuestras memorias y recuerdos a largo plazo.
Con este conocimiento, los expertos declararon que es posible desarrollar algún tipo de medicamento o fármaco que nos ayude a eliminar los recuerdos no deseados mediante la supresión de dicha proteína.
“El objetivo de nuestra investigación es desarrollar estrategias para eliminar los recuerdos problemáticos que pueden grabarse en el cerebro durante una experiencia traumática sin dañar los demás recuerdos”, declaró Samuel Schacher, Profesor de Neurociencia en el Departamento de Psiquiatría del CUMC.
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Por su parte, Investigadores de la Universidad McGill en Canadá y la Columbia en Estados Unidos iniciaron con este estudio logrando borrar recuerdos selectivos en la especie marina.
También descubrieron que las memorias asociativas y las no asociativas son sostenidas por tipos diferentes de una proteína llamada quinasa M, y que al bloquear alguna de ellas, se puede entonces reprimir o “desactivar” la memoria que la sustenta.
¿Por qué alguien querría borrar sus recuerdos?
La investigación no tiene como base borrar completamente tu memoria o crearte una especie de alzhéimer… el motivo de los especialistas para este estudio es que cuando vivimos eventos traumáticos, estresantes nuestro cerebro codifica estos eventos en recuerdos múltiples. En experiencias o vivencias traumáticas o estresantes la información que nuestro cerebro codifica puede llegar a ser un desencadenante para los ataques de ansiedad, depresión o miedo.
“Un muy buen ejemplo que me gusta mencionar es: si usted está caminando en un área peligrosa y entonces toma la decisión de tomar un atajo a través de un callejón oscuro donde es asaltado y momentos después de eso ve un buzón, puede sentir terror o ansiedad cuando tenga que acercarse a un buzón nuevamente”, expresó Schacher.
En este ejemplo, el miedo a los callejones oscuros es una memoria asociativa que está relacionada directamente con el evento traumático y que nos proporciona información importante, pero el miedo que eso puede provocar a los buzones es una unión accidental de la memoria (no asociativa) y que no está relacionada directamente al trauma. Esto es lo que los investigadores plantean que podrían suprimir y/o eliminar de nuestra memoria.
Samuel Schacher, resaltó además que la investigación presenta una oportunidad futura para desarrollar estrategias y hasta terapias que puedan abordar la ansiedad, eliminar las memorias traumáticas grabadas en nuestra mente o quizás hasta poder “reescribir” alguno de estos recuerdos sin dañar o traer complicaciones a los demás recuerdos.
Con información de Playbuzz
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