‘Laocoonte y sus hijos’ es un grupo escultórico griego de datación controvertida, aunque suele considerarse una obra original de principios de la era cristiana.
La obra es de un tamaño algo mayor al natural, de 2,45 m de altura y está ejecutado en mármol blanco. Se encuentra en el Museo Pío-Clementino perteneciente a los Museos Vaticanos de Roma y junto al Torso del Belvedere es el único original griego del antiquarium. Representa la muerte del sacerdote troyano Laocoonte, o Laoconte, castigado por los dioses a morir estrangulado por serpientes marinas junto a sus dos hijos.
La obra fue realizada por Agesandro, Polidoro y Atenodoro de Rodas, pertenecientes a la Escuela rodia.
En los mitos griegos se relata que, durante el asedio de Troya, dos serpientes fueron enviadas por Apolo, Poseidón, o Atenea, y atacaron a Laocoonte, sacerdote troyano de Apolo, y a sus dos hijos. Las versiones que relatan este episodio son numerosas y se discute si el grupo escultórico debió haberse basado en el relato de Virgilio en la Eneida, en el que morían Laocoonte y sus dos hijos, o en una versión anterior narrada en un poema perdido del ciclo troyano, la Iliupersis, donde morían Laocoonte y solo uno de los hijos. La fuente también pudo haber sido una tragedia perdida.
Laocoonte y el Caballo de Troya
En la mitología griega Laocoonte (o Laoconte; en griego Λαοκόων Laokóōn) era el sacerdote de Apolo Timbreo en Troya, casado con Antiopa y padre de dos hijos. Según el relato de Virgilio en la Eneida, después de que los sitiadores aqueos hubieran simulado una retirada, los troyanos encontraron un caballo construido de madera en las puertas de Ilión.
Lacoonte pronuncia la famosa frase Timeo danaos et dona ferentes (Desconfío de los dánaos (griegos) incluso cuando traen regalos), alertando a los troyanos de que podría ser una trampa, que dentro del caballo podía haber tropas aqueas y sugirió quemarlo, pero los troyanos no le hicieron caso. En su osadía lanzó palos en llamas para tratar de quemar el caballo de madera, en ese momento dos grandes serpientes emergen de las aguas y devoran a sus hijos; angustiado, se lanza a luchar contra las serpientes y también resulta devorado.
Virgilio explica que de la tradición se desprende que el castigo de Laocoonte se debe a la profanación que supone tratar de destruir un regalo a la deidad, razón por la cual nadie le creyó. Otra tradición dice que Laocoonte había roto la prohibición de Apolo al casarse y tener hijos. Otra fuente señala que Laocoonte habría profanado la imagen de Febo, cuando se unió en himeneo delante de la imagen.
Con información de Wikipedia
--
--