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10 momentos oscuros de los clásicos de Disney

10 momentos oscuros de los clásicos de Disney

Bien sabemos que no todas las películas de Disney reflejan una vida color de rosa. Muchas de estas historias están marcadas por la tragedia, y aunque sus finales sean ‘felices’, estas tienen sus momentos aterradores.  A continuación te presentamos 10 momentos oscuros dentro de algunos clásicos de Disney, que seguramente te habrán causado más de una pesadilla.

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La muerte de la madre de Bambi

Con un disparo que quedará en la memoria auditiva de todo espectador de la película “Bambi”, nos enteramos, al mismo tiempo que lo descubre el joven y tierno protagonista, que su madre ha muerto a manos de unos cazadores. Una persecución insoportable en la nieve en la que madre e hijo corren a toda velocidad, mientras ella lanza unos gritos frenéticos que pretenden hacer correr más y más rápido al hijo para salvar su vida, al compás de una música sumamente angustiante y disparos de fondo. Finalmente, Bambi se encuentra en el bosque creyendo que ambos ya están a salvo lejos de los cazadores… pero no ve a su madre. Comienza a buscarla y podemos oír 10 desgarradores “ma”, “mami” y “mamita”, que terminan en la pregunta “¿Dónde estás?” para descubrir que ya no la verá más. Sin duda la más angustiante de las escenas de Disney que retendrá nuestra memoria.

El deseo de Frollo

En “El jorobado de Notre Dame” existe un momento de real oscuridad protagonizado por el personaje de Frollo, un juez que reversiona al original archidiácono de la Catedral de Notre Dame de París de la obra de Víctor Hugo. Frollo siente una pasión irrefrenable por la bella gitana Esmeralda. Movido por este apetito, se encierra en la catedral y comienza a cantar a la Virgen María pidiéndole que lo salve de este deseo carnal tan indecente y pueda vencer la tentación. El tema que canta se llama “Fuego infernal”, y mientras lo hace, tiene visiones en las que aparece Esmeralda en el fuego bailando provocativamente.

La fiesta de Chernabog

La fiesta que se celebra a medianoche en la película Fantasía (1940) es uno de los momentos más oscuros de la historia de Disney. En ella, Chernabog, una especie de dios maléfico, convoca a los espíritus para bailar y volar hasta el amanecer. La escena usa el famoso y muy utilizado poema sinfónico «Una noche en el Monte Pelado» del compositor ruso Modest Músorgski para representar el mal. Esta obra es tradicionalmente conocida por su oscuridad, incluso, para que no quedaran dudas de la atmósfera que debe ambientarla, Músorgski agregó en la partitura ciertas frases que permiten imaginar un paisaje reinado por la oscuridad: “rumores subterráneos de voces sobrenaturales; aparición de los espíritus de las tinieblas y de Chernabog (Satanás); glorificación de Chernabog y misa negra; sábado de brujas; a lo lejos suena la campana de una iglesia del pueblo, dispersando a los espíritus de las tinieblas; amanecer”.

Desfile de elefantes rosa

En la película “Dumbo”, cuando el protagonista se emborracha sin querer, por tomar la bebida que contenía un barril y pensar que era agua, se despliega un mundo de alucinaciones protagonizada por series infinitas de elefantes que marchan al ritmo de un son idiotizante y macabro. Se multiplican, cambian de color, crecen en proporción, sus patas se agigantan y uno a otro se van pisando entre sí, sus trompas se vuelven trompetas y sus caras se hacen payasescas. Desafían la gravedad y la pantalla se ve totalmente colmada de elefantes que se entrelazan y estrangulan hasta estallar. Por si quedaba alguna duda de lo maléfica de la escena, en español el nombre del tema que cantan se llama «Las ánimas del terror» y la letra dice: “¿Quién es? ¿Quién va? Que empiezan a desfilar. Vienen ya, mira qué saltos dan, serán quizás valientes de satanás.” Se puede entender como un mensaje en contra del consumo de alcohol, pero la escena resulta en extremo lúgubre y siniestra. Los elefantes rodean a Dumbo acostado en su cama y mientras danza a su alrededor cantan: “Yo que al diablo desafié y que la cola le arranqué, los paquidermos tricolor han hecho que pierda mi gran valor, ¡ay qué horror!”.

Pinocho

Sin duda una de las películas más crueles de Disney es “Pinocho”. ¿Puede haber algo más espeluznante que un inocente niño de madera que es tomado por un dueño de circo explotador, un titiritero ruso que lo hace actuar en un show de marionetas para lucrar con él? Y como si fuera poco, lo encierra en una jaula y lo amenaza con un hacha. Luego de aprender varias lecciones, Pinocho es tentado nuevamente y deja el colegio para ir a la isla de los juegos, un lugar colmado por el exceso donde los niños no estudian, toman alcohol, fuman y apuestan. Y al caer la noche, la escena se pone aún más tétrica: los niños sufren una transformación desagradable en la que les crecen enormes orejas, se llenan de pelo y les crece una cola. Se convierten en burros que solo rebuznan como castigo por sucumbir a la tentación de solo jugar sin responsabilidades.

La muerte de Scar

Al pensar en el Rey León, enseguida se nos viene a la mente aquella triste escena en que el Mufasa, el padre de Simba, muere en manos del tío malvado, ese momento cruel que nos deja tan tristes al comienzo de la película. ¿Pero quién recuerda la venganza de Simba y la trágica muerte del tío? Tras una lucha descarnada entre los dos felinos, en la que se atacan y clavan sus uñas uno a otro, en medio de un acantilado envuelto en llamas, Scar es arrojado al precipicio, golpeándose contra las rocas, rodeado de fuego. ¡Pero no muere allí! El león malvado se reincorpora y se encuentra rodeado por la hienas, a quienes cree sus amigas, pero para su sorpresa éstas se acercan poco a poco y puede verse la sombra de cientos de estos ejemplares envueltos en una atmósfera macabra, para finalmente devorarlo vivo, dando lugar al “buen” Simba para convertirse en el nuevo rey.

El precio de ser humana

En “La Sirenita”, una de las películas más taquilleras de Disney, se viven momentos de gran oscuridad en relación al malvado personaje de Úrsula, una especie de pulpo desagradable, con una voz espantosa. En su sueño por convertirse en humana y dejar el mar para unirse a su enamorado príncipe, la sirena Ariel hace un pacto con Úrsula en el que ella le dará piernas a cambio de su hermosa voz. Pero el precio del contrato es tan alto que además la villana no sólo se quedará con la voz, sino que además se hará dueña de la vida de Ariel si no logra que el príncipe la bese en un lapso de 3 días. Un ambiente sumamente lúgubre rodea la cueva de la malvada donde se ven otros cientos de almas en desgracia de las que se apoderó, convertidas en una especie de renacuajos que no se pueden mover y están prisioneras entre las rocas.

El final de la reina mala

Todos conocemos la historia de “Blancanieves y los siete enanitos” y sabemos sobre la bruja malvada que no quería que ninguna mujer fuera más bella que ella en todo el reino. Es por eso que planea envenenar a Blancanieves con una manzana, transformándose previamente en una anciana, bastante desagradable por cierto. Blancanieves, que es en extremo inocente, la deja pasar y prueba la manzana que supuestamente le concederá un deseo y cae al suelo por el hechizo que la duerme. En ese momento llegan los enanos que logran verla convertida y encierran a la reina en la esquina de un acantilado. Ella intenta defenderse atacándolos con una piedra enorme, pero una brutal tormenta que comenzó de repente lanza un rayo sobre el borde del acantilado, lo que quiebra el suelo bajo sus pies y la hace caer al precipicio. Y como si fuera poco, luego es aplastada por la misma roca. Ningún niño olvidará nunca esa muerte. ¿Hacía falta tanta crueldad?

Alicia y un surrealismo sospechoso

No hay muchos secretos alrededor de esta película de imágenes disparatadas por doquier. Incluso desde siempre se la ha asociado al consumo de drogas y estupefacientes. Algunas razones para dicha observación son las imágenes que reflejan alteraciones en las proporciones de las cosas, como los cambios de tamaño que sufre Alicia desde el principio, la extrema mezcla de colores, la imposibilidad de diferenciar entre situaciones reales y oníricas, entre otras cuestiones. Además de los personajes delirantes como el sombrerero loco obsesionado por el paso del tiempo y el conejo siempre apurado al que Alicia sigue ciegamente, es llamativo también el personaje de la oruga que fuma y habla muy lentamente y al exhalar emana unos anillos multicolores que forman objetos y letras en el aire.

La bella y… el bello

Otra película en la que se vislumbra la oscuridad, en este caso, asociada a ciertos valores negativos es “La bella y la bestia”. Casi todo el relato pareciera decir que la belleza no es importante. Por eso la protagonista puede llegar a acercarse tanto a la monstruosa bestia hasta enamorarse. ¿Por qué entonces es necesaria la transformación final de la bestia en un guapo príncipe? Es como si Disney admitiera que un verdadero final feliz debe darse sí o sí entre dos seres verdaderamente atractivos. Lo mismo puede aplicarse a la película de “El jorobado de Notre Dame”, pero dado que en esta no hay un hechizo posible, Esmeralda ni siquiera considera al protagonista que no merece ese lugar por no representar los cánones de belleza socialmente aceptados.

Con información de: Ehow

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