Metallica es hoy día una de las bandas de rock más grande de la tierra. Su influencia en el mundo de la música es inconmensurable y sus conciertos son éxitos totales en cualquier parte del planeta gracias a la variedad de su fanaticada, que incluye por igual a adolescentes, padres y madres.
Para 1989, Metallica aunque comenzaba a romper la barrera del mainstream, todavía era una banda de culto (aunque muy exitosa), habían lanzado su primer video musical «One» y este tuvo mucho éxito en la rotación de MTV.
Hetfield y Ulrich, los grandes cerebros de Metallica, estaban listos para catapultar a la banda al super estrellato, así que partieron vías con su productor habitual de los tres disco anteriores Flemming Rasmussen (Ride The Lightning, Master Of Puppets y .And Justice For All) y contrataron al mega productor Bob Rock , que venía de producir el super exitoso Dr. Feelgood de Motley Crue.
Lo primero que cambia de Metallica es el matrimonio que había entre la guitarra de James Hetfield y la batería de Lars Ulrich; ya este último no trabaja de complemento de la rítmica sino que sienta las bases del disco al estilo AC/DC, el bajo deja de ser una guitarra más para convertirse en un núcleo con la batería, y la voz de Hetfield pierde un poco de esa rabia existente en los albums anteriores.
Básicamente ocurrió una deconstrucción de la banda y el nacimiento de otra mucho más convencional (pero para nada mala).
El tema «Enter Sandman», con su inmenso riff abre este álbum, y creo que todos recordamos la primera vez que escuchamos la línea «Say your prayers little one», también recordamos la bella «Nothing Else Matters» lo más cerca que ha estado Metallica de escribir una canción de amor, la épica «The Unforgiven», la pesada «Sad But True»… todas nos traen algún recuerdo particular de esta década maravillosa y espantosa a la vez que fueron los 90.
Lanzado el 12 de agosto de 1991, el Black Album de Metallica alcanzó de inmediato el primer puesto en Billboard y, hasta la fecha, ha vendido más de 22 millones de copias.
La gira de promoción del disco fue enorme de casi 3 años, en la que Metallica pasó de ser una buena banda de rock a ser la mejor banda de rock del mundo.
El Black Album ha envejecido muy bien y al escucharlo hoy día recordamos lo bueno de la década de los 90 y no las cosas negativas y tontas que le siguieron después.
Una colaboración de @elchevequebb para @Culturizando
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