Con una colección incomparable de más de 158 millones de ejemplares, que incluyen más de 36 millones de libros y más de 69 millones de manuscritos, la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos es considerada hoy, como una de las más grandes del mundo. Esta institución, catalogada como la entidad cultural más antigua de ese país, cuenta con una amplia gama de documentos legales, mapas, partituras originales, así como grabaciones y material impreso en más de 400 idiomas y lenguas.
Ubicada en la ciudad de Washington DC, en esta biblioteca es posible encontrar el compendio más grande del mundo de libros valiosos, que van desde un ejemplar de la biblia de Gutenberg hasta una tablilla que data de 2040 a.C.
Esta institución, que en un principio fue concebida para apoyar la labor legislativa de los congresistas, cumple hoy la función de Biblioteca Nacional en Estados Unidos. Inicialmente la sede estuvo ubicada en el propio Capitolio, hasta agosto de 1814 cuando tropas inglesas destruyeron el contenido de la entonces pequeña biblioteca. Actualmente su maravillosa infraestructura está distribuida en 3 construcciones; los edificios, Thomas Jefferson, John Adams, y James Madison.
El 24 de abril de 1800, el entonces presidente de la nación John Adams, firma una ley que traslada la capital desde Filadelfia a la ciudad de Washington y crea la Biblioteca del Congreso. Estableció un fondo de 5 mil dólares para la adquisición de libros que apoyaran el correcto funcionamiento del órgano legislativo. La colección mayoritariamente de documentos legales, fue adquirida en Londres y constaba de 740 libros y 30 mapas.
Luego de la destrucción de la primera sede de la biblioteca en 1814, Thomas Jefferson vendió su colección privada de más de 6 mil libros a la Biblioteca del Congreso. Fue Jefferson también, quien promulgó la primera ley que reguló la estructura y funcionamiento de la biblioteca. En ella, se establece la designación del Bibliotecario del Congreso, el cual, debe ser nombrado por el presidente.
Concentrados en tres majestuosas edificaciones, están parte de los documentos más maravillosos de todos los tiempos, a los cuales puede accederse de forma eficiente gracias al sistema de búsqueda y registro. Además, la institución cuenta con diversos programas de expansión en los cuales se incluye la sala de lectura Hispánica, en la cual se encuentran facilitadores que hablan español. También cuenta con un amplio sistema de apoyo que proporciona a las personas invidentes el acceso al material que se encuentra en la biblioteca.
Foto: Sean Pavone / Shutterstock.com
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