Por Natasha Martínez | Artemisia Gentileschi, una pintora barroca genial que, a pesar de haber sido fue exitosa en su momento, es más recordada a partir de su drama vital y no su obra.
¿Se puede hablar de una narrativa de las víctimas? ¿Cómo recordamos algunas historias, qué hacer cuando lo biográfico se cuela en la obra y hasta qué punto es un antecedente relevante o un epíteto que ensucia la memoria de la artista y la mujer que fue?
Las obras de Artemisia reflejan personajes femeninos en situaciones de violencia o goce, desde la Judit que decapita a Holofernes, hasta una Cleopatra que disfruta su cuerpo descubierto. No hay pasividad en su obra, no hay complacencias con el público, ni convencionalismos de lugares seguros.
Una pintora que trabaja con temas que eran considerados inapropiados para las mujeres, desde una mirada femenina activa y enérgica, una mirada que vale la pena observar con detenimiento para contar su historia y atajar la verdadera extensión de ésta con su obra.
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