La época del Imperio romano estuvo repleta de sucesos insólitos, guerras y gobernantes de lo más peculiares. Conoce 7 excentricidades de algunos césares en la historia…
1 – El cónsul caballo
Uno de los emperadores romanos más conocidos es Calígula, que gobernó entre el año 37 al 41. En este poco tiempo se ganó la fama como uno de los gobernantes más crueles de la historia.
Una de las acciones más excéntricas de este emperador fue nombrar a su amado caballo, Incitatus, cónsul. Fue reconocido a partir de ese momento como jefe de los ejércitos.
2 – Nerón ejecutaba a todo aquel que no apreciara su arte
Nerón era un emperador que apreciaba las artes. Actuar y cantar fueron de sus más grandes pasiones. El emperador se representaba en las obras y el público tenía prohibido salir mientras el líder cantaba; si alguien no aplaudía durante su presentación, era ejecutado.
3 – Eructos en la mesa
Un familiar de Julio César murió de aerofagia, por contener mucho tiempo los gases en una comida en el palacio. Gracias a esto, el emperador promulgó un edicto en el que se permitía eructar durante los banquetes del Imperio romano.
4 – Designaciones provinciales
Heliogábalo tenía una forma muy peculiar de elegir a los encargados de las provincias. El emperador designaba a sus amantes en cargos políticos, cosa que no le gustaba al Senado; pero, los elegía por su atractivo físico o por el tamaño de sus miembros.
5 – Castigo por parricidio
Durante los tiempos de Augusto, hubo una forma específica de castigar el crimen de parricidio. Consistía en azotar al criminal, luego encerrarlo en un saco junto a una serpiente, un perro, un gallo y un mono, para luego ser arrojado al mar.
6 – Señales explícitas
El césar que sustituyó a Nerón fue Galba. Un día le llegó la noticia de que un banquero estaba cobrando comisiones exageradas, por lo que el emperador mandó a cortar la mano del banquero y a clavarla en el mostrador público del bando; de esta forma enviaría un mensaje de advertencia a los otros banqueros.
7 – Domiciano y la antropofagia
Domiciano mandó a ejecutar a un adivino que le presagió un golpe de Estado. El césar decidió, influenciado por sus consejeros, que sirviera al adivino como un plato de un banquete, ya que hacía mucho tiempo que en Roma no se practicaba la antropofagia.
Con información de My Modern Met / Muy Historia / La Vanguardia / Actually Notes / Imagen: Shutterstock
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