Algunos mitos sobre los gatos se han transmitido de boca en boca sin tener un fundamento ni nada que los avale. A continuación te presentamos 10 de los mitos más comunes sobre estos bigotudos.
1. Mito: Los gatos siempre caen sobre sus patas
Realidad: si bien los gatos tienen una gran elasticidad y hacen unos giros extraordinarios en el aire para caer sobre sus patas, no siempre lo logran. Cuando caen de grandes alturas esta habilidad los ayuda a no salir lastimados, pero muchas veces sufren fracturas o golpes muy fuertes que pueden comprometer su vida.
2. Mito: Los gatos tienen mucho equilibrio y no se caen
Realidad: Es cierto que los gatos caminan a grandes alturas por techos y bordes pequeños con gran facilidad, pero lo cierto es que muchas veces se caen.
3. Mito: los gatos tienen que tomar leche todos los días
Realidad: Si bien a la mayoría de los gatos les gusta la leche, no necesitan tomarla todos los días si están bien alimentados. Muchos gatos adultos no la toleran bien y pueden sufrir diarrea si toman en exceso.
4. Mito: Los gatos y gatas castrados siempre engordan
Realidad: Es cierto que muchos gatos tienden a ganar peso después de la esterilización, pero esto no ocurre en todos los casos, si no quieres que tu gato engorde asegúrate que coma sólo lo recomendado para su peso y edad y que ejercite lo suficiente para mantenerse saludable.
5. Mito: Los gatos no contraen rabia
Realidad: Los gatos sí pueden tener rabia, al igual que los perros, hurones, murciélagos y casi cualquier otro animal de sangre caliente. Es por eso que debes vacunarlo regularmente contra la rabia, siguiendo las indicaciones de su veterinario.
6. Mito: los gatos que viven dentro de un apartamento no se enferman
Realidad: Estos gatos están mucho menos expuestos que los que viven en el exterior, pero no están exentos de contraer una enfermedad. Hay varios virus que provocan enfermedades respiratorias que pueden ser transportados por el aire o en tu ropa. Además no olvides que los gatos callejeros pueden tener acceso a tu ventana, balcón o azotea y dejar microorganismos infecciosos, así como materia fecal con parásitos.
7. Mito: Las tenias (parásito intestinal) se contraen comiendo alimento en mal estado
Realidad: Los gatos generalmente contraen tenias por tragar pulgas al rascarse con los dientes, también pueden adquirirlas al comer un ratón infestado con ellas.
8. Mito: Si le doy ajo en la comida no tendrá parásitos
Realidad: Esto es cierto a medias. Existen tratamientos naturales con ajo para los parásitos, pero se hace con dosis determinadas y por una cantidad de días determinados. Hay infestaciones con parásitos muy severas que necesitan un tratamiento más específico.
9. Mito: Las mujeres embarazadas no deben tener gatos
Realidad: Algunos gatos pueden ser portadores de una enfermedad llamada toxoplasmosis, que ocasionalmente se transmite a los humanos a través de la materia fecal y puede causar problemas serios en los bebés en gestación. Sin embargo es fácil saber si un gato la tiene o no, y en caso de tenerla la transmisión se puede prevenir tomando algunas sencillas medidas de higiene, como delegar en otra persona la limpieza de la bandeja sanitaria.
10. Mito: Los animales curan sus heridas lamiéndose.
Realidad: La lengua del gato es muy áspera y cuando se lame excesivamente puede causarse excoriaciones en la piel. El lamido demasiado meticuloso de una herida puede incluso retrasar la cicatrización. Además la boca de los animales es una fuente de bacterias que puede causar infecciones.
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