Un gran número de artistas, que marcaron un antes y un después en la historia del arte, han pertenecido a la comunidad LGBTIQ+. Desde Da Vinci hasta Andy Warhol… ¡Te invitamos a conocer sus aportes y cómo lograron codificar la homosexualidad por medio de sus pinturas!
1. Sandro Botticelli (1445–1510)
Botticelli -apodado así por la obesidad que lo asemejaba, según su hermano, a un barril-, se convirtió en el máximo exponente del renacimiento florentino.
Sus pinturas, llenas de gracia y hedonismo, presentaban un sobresaliente empleo de color, logrando retratos femeninos, especialmente de diosas mitológicas, tan extraordinarios como innovadores.
La homosexualidad de Botticelli se manifestó de la misma forma que en el resto de los maestros renacentistas. A pesar de que la relación entre pintores y pupilos se estaba convirtiendo cada vez más en una práctica habitual, Botticelli fue denunciado anónimamente, pero se salvó de la hoguera y pintó hasta el día de su muerte, a los 78 años de edad.
2. Leonardo da Vinci (1452-1519)
Leonardo da Vinci, el versátil artista que incursionó no solo en la pintura, sino en la escultura, la anatomía, la aerodinámica y demás disciplinas, pasó a la historia bajo el apodo del «homo universalis», y como uno de los más brillantes exponentes del arte renacentista, junto a Michelangelo y Rafael.
Da Vinci, quien desde muy joven estaba consciente de su orientación sexual, fue acusado anónimamente a la edad de 24 años, por sodomita, el cual era el término empleado para referirse a los homosexuales de la época. Sin embargo, al tratarse de una de las más importantes figuras de Italia, el artista no dejó de trabajar hasta su último día.
3. Michelangelo Buonarroti (1475-1564)
Obsesionado por la perfección, el pintor, arquitecto y poeta encontró su pasión en la escultura, disciplina que lo convertiría en el maestro de la figura masculina.
El artista homosexual detalló, minuciosamente, el ideal de belleza masculina. Tanto para sus pinturas como para sus esculturas, el artista prefería la presencia de modelos masculinos, pues no encontraba lo que deseaba en la figura femenina.
4. Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571-1610)
Michelangelo Merisi da Caravaggio fue uno de los artistas más influyentes, no solo de su época, sino de todos los tiempos. Su técnica tenebrista, la expresión de sus sombras y la fuerza psicológica de los personajes a quienes retrata, lo consolidan como el genio barroco por excelencia.
A pesar de llevar una vida llena de tormentos, Caravaggio era abiertamente bisexual, y a pesar de que no hay registros de una relación perdurable en la biografía del artista, era conocido por sus encuentros con sus aprendices, jóvenes a quienes, presuntamente, les enseñaba a pintar.
5. Gerda Wegener (1886-1940)
Gerda Wegener, nacida como Gerda Marie Fredrikke Gottlieb, fue una pintora, grabadora e ilustradora danesa dedicada, principalmente, a escenas cargadas de erotismo. El arte de Gerda perteneció al período modernista, y se consolidó como una de las más destacadas expresiones del feminismo de la época.
Gerda estudió en la Real Academia Danesa de Bellas Artes, en Copenhagen, donde conoció a quien se convertiría tanto en su futuro esposo, Einar Wegener, como en la primera mujer transgénero en someterse a una operación de reasignación de sexo.
A pesar de que ambos eran artistas exitosos en su época, la lucha de Einar, ahora Lili Elbe, la distanció del arte. Solo modelaba para su esposa, Gerda, quien sí trabajó como pintora hasta el día de su muerte.
6. Frida Kahlo (1907-1954)
Nacida como Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, la artista mexicana es quizás una de las pocas mujeres en la historia del arte que resuenan en la mente, apenas se piensa en artistas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+.
Kahlo, quien se convirtió en un símbolo feminista en Latinoamérica, trascendió los cánones heteronormativos de la época y se reivindicó, a sí misma y a su arte, dentro de un revolución que partía del nacionalismo mexicano que también compartía con su esposo, el muralista Diego Rivera.
A pesar de que ella y el pintor estaban casados, la artista vivía una sexualidad libre, con affairs que comprendían tanto hombres, como fue el caso del político León Trotsky, como mujeres.
7. Hannah Höch (1889-1978)
Hannah Höch fue una de las artistas dadaístas más destacadas de su generación. Asimismo, fue una importante activista del feminismo, durante la primera mitad del siglo XX.
La artista incursionó tanto en el surrealismo como en el dadaísmo, y trascendió en la historia del arte por sus contribuciones, entre las que se encuentra, fundamentalmente, el fotomontaje.
Höch era bisexual, y dentro de sus obras, las temáticas incluyen lo que podría ser considerada una de las primeras representaciones de la cultura del género fluido, así como los estereotipos del mismo, en relación con los principios conservadores de la época. Eso sí, siempre con un toque sarcástico y humorístico.
8. Louise Catherine Breslau (1856-1927)
Louise Catherine Breslau nació en 1856, en la ciudad de Múnich, Alemania. Considerada una inspiración para grandes figuras del impresionismo francés, como Edgar Degas o Anatole France, la artista trascendió a la historia del arte como una retratista de la intimidad femenina, que incluía escenas tan íntimas como el aburrimiento de la cotidianidad.
9. Andy Warhol (1928-1987)
Andy Warhol es uno de los personajes más extravagantes dentro de la movida artística del siglo XX. El artista plástico, crucial en el desarrollo del pop art, cultivó una carrera llena de serigrafía, cine, moda, performance, fotografía y drag.
A diferencia de muchos otros artistas de su generación, incluyendo pintores, actores, músicos, entre otros, Warhol nunca desvió el foco de atención de su homosexualidad, que incluso llegó a plasmar en series fotográficas donde lucía una serie de pelucas y maquillajes tan extravagantes como él mismo.
10. Keith Haring (1958-1990)
Keith Allen Haring nació el 4 de mayo de 1958, en Pensilvania, Estados Unidos. Fue un artista plástico conocido por sus aportes al pop art, al arte urbano y al arte contemporáneo, principalmente.
Alcanzó el auge de su carrera en la década de 1980 en la ciudad de Nueva York, y se popularizó a partir de sus pinturas simplistas, pero llenas de contenido social y político, como solían estarlo todas las expresiones artísticas de la época.
Cursó estudios en el Ivy School of Art en Pittsburgh, Pensilvania, y se trasladó a Nueva York para comenzar su carrera como artista plástico. Desde sus grafitis anónimos hasta su entrada a los grandes museos de la ciudad, Haring representaba el espíritu activista de su generación, principalmente dentro de la comunidad LGBTIQ+ y la lucha contra el sida.
Con información de: Mirales / Historia Arte / Feminine Moments / Pride / Cultura Colectiva
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