Ya está en cartelera la aclamada película «Carlos, le prix du Chacal» (“Carlos”), impecablemente interpretada por el actor venezolano Edgar Ramírez. La cinta realizada como una miniserie para televisión, y que ha sido adaptada en una versión para el cine, cuenta el transcurso vital de «Carlos el Chacal», que hace 16 años cumple cadena perpetua por tres asesinatos cometidos en Francia.
Según sus promotores, la película es «la historia de un revolucionario internacionalista, manipulador y manipulado» y su director, Oliver Assayas, aseguró que el filme es nada menos que «la historia del terrorismo moderno, visto desde su interior».
El realizador francés -director entre otros filmes de «Paris s’éveille» (1991) o «L’heure d’Été» (2008)- ha asegurado que para él era indispensable contar con una duración suficiente como para reconstruir «la complejidad de la época y de sus retos».
El canal se opuso a lo que denominó «cualquier injerencia exterior en el proceso de creación de una obra de ficción, incluso cuando se inspira en hechos reales» después de los intentos de la abogada y esposa de «Carlos», Isabelle Coutant-Peyre, de impedir su difusión.
Assayas explicó que su trabajo aborda «hechos reales» con medios cinematográficos y que, «en el servicio de la dramaturgia», tuvo que incurrir en «simplificaciones», que son «indispensables para rendir cuenta de complejidades y zonas de sombra de una historia que se extiende a lo largo de veinte años».
El director transmite en los comentarios sobre el filme una cierta fascinación por el personaje, «un hombre violento, un asesino, fascinado por las armas, por su propia virilidad».
«Chacal» nació en Caracas el 12 de octubre de 1949, hijo de un abogado y militante comunista; entre 1971 y 1973 vivió en Londres, donde cursó Economía Internacional.
En 1971 asistió a un campo guerrillero del Frente Popular para la Liberación de Palestina en el Líbano y desde entonces colaboró, como enlace del «Comando Boudia» en París, con otras organizaciones terroristas (Ejército Rojo japonés, IRA o la alemana Baader Meinhoff).
Su gran golpe fue el ataque a la sede de la OPEP en Viena el 21 de diciembre 1975, donde el comando que lideraba mató a tres personas y escapó con 60 rehenes, entre ellos once ministros de la organización de productores petroleros, liberados un día después en Argel y en Trípoli.
Se le atribuyen además, entre otros, los atentados cometidos en París, con un muerto y 63 heridos en abril de 1982, y en el tren «Le Capitole» París-Toulouse, con cinco muertos y 77 heridos en marzo de ese año.
@Culturizando
Culturizando no se hace responsable por las afirmaciones y comentarios expresados por sus columnistas, anunciantes o foristas; y no reflejan necesariamente la opinión de la misma. Culturizando se reserva el derecho a eliminar aquellos comentarios que por su naturaleza sean considerados ofensivos, injuriantes, fuera de la ley o no acordes a la temática tratada. En ningún momento la publicación de un artículo suministrado por un colaborador, representará algún tipo de relación laboral con Culturizando.