Sing Sing, dirigida por Greg Kwedar y con un guion coescrito junto a Clint Bentley, esta película de A24 nos transporta al interior de una prisión, donde el arte se convierte en el salvavidas de aquellos que han sido privados de su libertad.
Pero Sing Sing, basada en hechos reales, no es solo una película sobre la vida en la cárcel; es una poderosa narrativa sobre la redención, la lucha por la justicia y el impacto transformador del arte. Y sobre eso conversé con Jon Adrian «JJ» Velazquez.
Colman Domingo y su extraordinaria interpretación de Divine G
En Sing Sing, Colman Domingo brilla en su interpretación de Divine G, un hombre privado de su libertad injustamente. Divine G, como muchos otros en el sistema penitenciario, se encuentra atrapado en un lugar donde la esperanza parece ser un lujo inaccesible. Sin embargo, es dentro de esas paredes donde descubre un propósito inesperado: el teatro. A través del arte, Divine G logra encontrar una forma de vivir la vida que se le ha arrebatado, de expresar sus emociones y de, en cierto modo, liberarse. Para prepararse para su interpretación Domingo pasó meses en conversaciones con el Divine G de la vida real a través de Zoom, y todo ese tiempo rindió los hermosos frutos que se ven en pantalla.
Para JJ, ver cómo los actores lograron capturar la esencia de los personajes reales de la historia es admirable, y su testimonio es prueba de lo auténtico y conmovedor que es Sing Sing.
Jon Adrian «JJ» Velazquez: Una historia de injusticia y resiliencia
Uno de los aspectos más conmovedores de la película es la participación de Jon Adrian «JJ» Velazquez, un quien se interpreta a sí mismo. JJ Velazquez es un hombre que pasó años privado de libertad por un delito que no cometió, y que encontró en el programa de arte de la cárcel una forma de sobrevivir y de darle un nuevo sentido a su vida.
JJ compartió con nosotros lo que significó para él ser parte de este proyecto: «La mejor parte de mi al regresar a casa es el ser parte de esta película». Este programa no solo les permitió a él y a otros hombres en la misma situación convertirse en artistas, sino que también les dio la oportunidad de formar parte de Sing Sing, una película que ha tenido un exitoso recorrido por festivales de cine internacionales y que ahora llega a los cines.
El impacto del arte en la vida de los prisioneros
El arte tiene un poder único sobre aquellos que se dedican a él, y los miembros de este programa lo han experimentado de primera mano. JJ destaca que la experiencia de poder contar su historia en una película es un privilegio, y que espera que Sing Sing cree empatía con aquellos que luchan por su libertad tras ser acusados injustamente.
Además, se siente profundamente agradecido con los productores de la película, quienes les dieron la libertad de aplicar su experiencia de vida en sus interpretaciones.
Entonces Sing Sing no solo se espera que tenga un efecto transformador en los espectadores de la película, sino que también es en sí misma una especie de catársis para quienes salieron y regresaron a filmar en una prisión para dar testimonio de lo que vivieron y la experiencia transformadora. Comenta JJ, quien no se cansa de mencionar el amor con el que la película fue realizada y el amor que él espera que infunda en los corazones de todo el mundo.
El legado de JJ Velazquez y su lucha por la reforma
Más allá de la película, JJ Velazquez es un activista por la reforma legal en Estados Unidos. Tras su injusta condena por el asesinato de un oficial de policía en 1998, Velazquez lideró la creación de «Voices From Within», una iniciativa educativa que aborda directamente el problema de la criminalidad y la encarcelación a través de las voces de aquellos que viven con las consecuencias de sus decisiones.
El éxito de este programa lo llevó a crear una serie de talleres llamados CHOICES (Choosing Healthier Options In Confronting Every Situation), enfocados en ayudar a jóvenes afectados por el crimen y la encarcelación a tomar mejores decisiones en sus vidas. Su caso, actualmente apoyado por el Innocence Project, es un recordatorio constante de la necesidad de justicia y reforma en el sistema legal.
Sing Sing: Un viaje emocional que no te puedes perder
Sing Sing no es solo una película; es una experiencia cinematográfica que nos invita a reflexionar sobre la justicia, la redención y el poder transformador del arte, a la vez que promueve la empatía por esas personas que aún estando en un lugar en donde no quieren estar logran sacar lo mejor de ellos mismos. Con actuaciones magistrales, un ritmo poético, una historia conmovedora basada en hechos reales, y un mensaje poderoso sobre la humanidad que reside incluso en los lugares más oscuros, esta película se posiciona como una de las imprescindibles del año.
Ya está en cines, y te recomiendo que no te la pierdas y que la veas con los más jóvenes porque puede ayudar a comenzar conversaciones sobre temas que poco se hablan sobre realidades humanas.
--
--