Los sofás, sillones y butacas son uno de los lugares que lamentablemente más ácaros y otro tipo de suciedad acumulan en una casa, puesto que no son uno de los elementos que acostumbramos a limpiar más a menudo. Esto ocurre por dos razones fundamentales. Por un lado, no suelen presentar manchas y la suciedad no es tan visible. Por otro lado, pensamos que son más difíciles de limpiar y en muchas ocasiones lo acabamos dejando para otro momento en el que dispongamos de más tiempo.
No obstante, son uno de los lugares más utilizados y donde más en contacto está nuestro cuerpo. Es decir, uno de los lugares que más suciedad recibe y que mayor fuente de suciedad supone para nuestra piel. La buena noticia es que para mantener limpios la mayoría de sofás, sillones y butacas de nuestra casa basta con pasar regularmente la aspiradora por ellos (en el caso de que sean de tela) o pasarles un trapo húmedo (en el caso de que sean de piel).
El problema llega cuando aparece una gran mancha. Entonces el sofá, el sillón o la butaca se convierte en una pequeña pesadilla para nosotros, porque parece imposible que vayamos a conseguir hacer desaparecer la mancha y además llama mucho la atención porque son objetos que ocupan lugares centrales en cualquier estancia. Para esos casos, hemos consultado a una de las tiendas de sofás más importantes para que nos expliquen cómo limpiar adecuadamente cada tipo de material. Te lo explicamos a continuación de manera muy breve y sencilla.
Sofás o sillones de tela
Si el sofá o el sillón que se nos ha manchado es de tela, realmente parece que vaya a ser imposible hacer desaparecer la suciedad. En comparación con los sofás de piel, por ejemplo, la suciedad se suele adherir con mucha más facilidad. Pero aquí tienes un truco para que la mancha desaparezca.
Una de las cosas que puedes hacer es usar una mezcla de agua, vinagre y bicarbonato. Atención, nunca apliques el vinagre directamente, porque el olor permanecerá y habrá sido peor el remedio que la enfermedad. Por eso, asegúrate de cumplir estas proporciones: en un litro de agua, añade un vaso de agua (250 ml) y una cucharada de bicarbonato. Después humedece un paño o una bayeta limpia con la mezcla y aplícalo con suavidad sobre la mancha. Realiza movimientos circulares mientras la solución actúa.
Sofás o sillones de piel
Normalmente es más fácil limpiar una mancha puntual de un sofá de piel si actuamos rápidamente, especialmente si se trata de un líquido que no es corrosivo, porque le cuesta más penetrar en el tejido que en un sofá de tela. Sin embargo, los sofás, los sillones o las butacas de tela se suelen ensuciar por el uso continuado, especialmente si son claros. Y estas manchas de uso cotidiano pueden resultar más difíciles de hacer desaparecer.
Los pasos que debes seguir si es tu caso, son los siguientes. Mezcla agua destilada con jabón neutro, el suficiente, pero sin que se convierta en una mezcla espesa. Humedece un trapo con la solución y aplícalo en toda la tapicería con movimientos circulares. Después, retira la suciedad con un trapo humedecido solo en agua destilada. Finalmente, asegúrate de que se seca adecuadamente, especialmente si se trata de una estancia con poca ventilación.
Si la suciedad persiste en el sofá o el sillón de piel, lleva a cabo la siguiente operación. Mezcla agua destilada con jabón neutro y un limpiador que contenga aceite de pino. Mézclalo de tal manera que obtengas espuma y aplica esa espuma con una esponja limpia. Después retira la espuma con un trapo húmedo. Tu sofá quedará desinfectado y con un aroma muy fresco.
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