Por Cosas Muy Importante | En el otoño de 2013, en la zona de Santiago de Compostela, un matrimonio, compuesto por Rosario Porto y Alfonso Basterra, reportó a la policía la desaparición de su hija de 12 años, Asunta. Ese mismo día, las cámaras de seguridad de un banco capturaron imágenes de Asunta dirigiéndose hacia el apartamento de su padre, ya que los padres estaban separados, y poco después regresando al hogar de su madre.
Un día después de la denuncia, el cuerpo de la niña fue encontrado por dos personas en
una pista forestal en Teo, un municipio cercano a Santiago de Compostela, donde la madre
de Asunta, Rosario, poseía una casa. Se hallaron restos de cuerda cerca del cuerpo. A partir de ese momento, los padres empezaron a actuar de forma rara, a presentar incongruencias en sus relatos… lo que unido a diferentes pruebas los situaron como principales sospechosos del crimen.
Finalmente, ambos fueron detenidos y pasaron dos años en prisión preventiva. En el año 2015, Basterra y Porto fueron juzgados y condenados a 18 años de cárcel por el asesinato de su hija. Mientras que el vasco todavía cumple la pena impuesta en prisión, Porto no aguantó la presión y se quitó la vida en noviembre de 2020.
Cronología de la noche en que la niña fue asesinada
- A las 13:55 de ese día Asunta Basterra salió de su casa camino al departamento de su padre, donde almorzó. Cinco minutos después, a las 14:00, fue vista captada por cámaras de seguridad
pasando frente a una sucursal bancaria en su camino. - Todo parecía ir normal. La siguiente ocasión en la que se vio a la niña en la calle fue a las
18:12, cuando pasó de nuevo por la misma sucursal bancaria, esta vez de regreso al
departamento de su madre, Rosario Porto. A las 18:38, el celular de Asunta registró una
conexión en Santiago. - Hacia las 18:00, el teléfono de Alfonso Basterra, padre de Asunta, recibió una llamada desde su casa. A las 18:21, Asunta fue vista nuevamente Siete minutos después, a las 18:28, las cámaras de seguridad captaron a Rosario Porto caminando de vuelta a su casa.
- A las 18:38, el celular de Asunta registró una conexión en Santiago.
- A las 19:12, Rosario fue vista entrando a su casa. Seis minutos después, a las 19:18, una
compañera de francés de Asunta la vio en compañía de su padre, Alfonso Basterra, cerca
de la casa de Rosario. - A las 19:22, una cámara de seguridad captó a Rosario en su carro, junto a una silueta más pequeña, presumiblemente su hija, pasando por una rotonda. A las 19:35, la alarma de la casa de Teo, propiedad de la madre y donde se habría llevado a cabo el crimen, se desconectó.
- Alrededor de las 20:00, Asunta Basterra murió, según los estudios de las autoridades
españolas. - A las 20:30, Rosario Porto se conectó a Internet a través de su ceular.
- A las 21:53, la alarma de la casa de Teo se volvió a conectar.
- A las 22:00, Alfonso Basterra fue visto pasando una y otra vez delante de la sucursal
bancaria previamente mencionada. Cinco minutos después, a las 22:05, el teléfono de Asunta registró una conexión.
A las 22:30, los padres denunciaron la desaparición de Asunta Basterra en una comisaría. - A las 00:39, un vecino pasó cerca del lugar donde después sería encontrado el cuerpo de
Asunta, pero no vio nada, posiblemente por la oscuridad del momento. - A la 01:30, una pareja de jóvenes encontró el cuerpo y dio aviso a las autoridades.
- Finalmente, a las 07:00, las autoridades recogieron el cuerpo de Asunta.
Un crimen premeditado
Durante la investigación, gracias a los análisis toxicológicos, se revelaron dosis elevadas de
ansiolíticos en el cadáver, no solamente en el momento de la muerte, sino desde por lo
menos tres meses antes, y el estudio forense confirmó que la muerte de la menor había
sido violenta. Dos expertas que declararon en el juicio, aseguraron que Asunta había
ingerido por lo menos 27 pastillas de Orfidal de un miligramo el día de su muerte.
El juez concluyó que el asesinato de la niña respondía a “un plan premeditado, ejecutado de
forma gradual”, y que resultaba “imposible sin la participación.
Los padres llevaban desde julio de ese año comprando grandes cantidades de lorazepam e
iban suministrándoselo en dosis cada vez más alta a su hija, como si de un experimento se
tratará. La niña fue poco a poco mostrando episodios de somnolencia. El peor incidente
ocurrió el 22 de julio, cuando Asunta confesó a sus profesoras que sus padres la “engañan”
y que su madre le dio “unos polvos blancos que la hacen dormir durante días”.
El día de su muerte los tres comieron juntos, momento en la que la hacen ingerir las 27
pastillas. Más tarde abandonan la casa para dirigirse al chalet de la madre, en el coche de
ella, en el que según la sentencia, también iba el padre escondido en la parte trasera. En
esa vivienda no se sabe del todo que ocurrió, pero si que la hija salió ya muerta y atada de
manos y piernas, para ser abandonada en la pista forestal donde fue encontrada.
Conoce todos los detalles de este misterioso y mediático crimen que estremeció a toda una nación, en el episodio 136 del Podcast Cosas Muy Importantes en tu plataforma de Podcast favorita y recuerda suscribirte a nuestro Patreon para tener acceso a contenido exclusivo.
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