La valentía de una mujer extraordinaria
¿Qué tan lejos estarías dispuesto a llegar por tu libertad? Harriet Tubman no solo escapó de la esclavitud, sino que regresó una y otra vez para liberar a otros, arriesgando su vida en cada misión.
Nacida como Araminta Ross en 1822 en Dorchester, Maryland, Harriet Tubman creció bajo el brutal sistema de esclavitud. Desde joven, fue testigo de cómo su familia era separada y vendida. Sin embargo, estos traumas no la quebraron; al contrario, forjaron su determinación para luchar contra la opresión.
Durante su niñez fue apaleada y golpeada con látigo por varios de sus propietarios. Siendo adolescente, sufrió una fuerte herida en la cabeza cuando uno de sus propietarios la alcanzó accidentalmente con un objeto pesado que había lanzado contra otro esclavo. Como consecuencia de la herida, sufrió ataques cerebrovasculares, dolores de cabeza, visiones y episodios de hipersomnia a lo largo de toda su vida. Devota cristiana, atribuía sus visiones y sueños a premoniciones divinas.
El Ferrocarril Subterráneo: El camino hacia la libertad
Harriet se convirtió en una figura clave del Ferrocarril Subterráneo, una red secreta de rutas y refugios que ayudaba a los esclavos a escapar hacia estados libres y Canadá.
En 1849, Tubman logró escapar a Filadelfia. Pero su libertad no fue suficiente; con un coraje sin igual, regresó al sur al menos 13 veces para rescatar a familiares y otros esclavos. En total, ayudó a liberar a unas 70 personas directamente y guió a cientos más mediante instrucciones y contactos.
Su apodo «Moisés» no fue casualidad: como el líder bíblico, Harriet condujo a su pueblo hacia la libertad. Y lo hizo sin perder nunca un solo «pasajero».
Una espía y líder militar durante la Guerra Civil
Durante la Guerra Civil Americana (1861-1865), Harriet Tubman no solo continuó su lucha contra la esclavitud, sino que también desempeñó un papel crucial como espía y exploradora para el Ejército de la Unión.
En 1863, lideró la famosa Incursión del Río Combahee en Carolina del Sur, liberando a más de 750 personas esclavizadas. Fue la primera mujer en dirigir una operación militar en Estados Unidos.
Además de sus labores militares, trabajó como enfermera y cocinera en los campamentos unionistas. Su conocimiento del terreno y su habilidad para organizar redes clandestinas fueron fundamentales para las victorias del norte.
Tubman se convirtió en una líder abolicionista antes de la Guerra Civil en EE.UU., que finalizó en 1865 con en fin de la esclavitud en todo el territorio nacional. «Vi mis manos para asegurarme de que era la misma persona; ahora era libre. Todo era glorioso. Sentí que estaba en el cielo», fue una de las frases por las que es recordada en la historia.
Activista por los derechos civiles y el sufragio femenino
Tras el fin de la guerra, Harriet no dejó de luchar por la justicia. Se convirtió en una defensora incansable del sufragio femenino y los derechos civiles.
Colaboró con figuras prominentes como Susan B. Anthony para promover el derecho al voto de las mujeres. También dedicó sus últimos años a cuidar ancianos afroamericanos necesitados en un hogar que ella misma ayudó a fundar en Auburn, Nueva York.
El legado inmortal de Harriet Tubman
A pesar de las adversidades que enfrentó durante toda su vida, Harriet Tubman dejó un legado imborrable como símbolo de resistencia y compasión.
Su historia ha sido inmortalizada en libros, películas y monumentos. Además, en abril de 2016, el presidente Barack Obama anunció que Harriet Tubman sería el nuevo rostro del billete de 20 dólares, reemplazando al presidente Andrew Jackson. Este cambio histórico marcaría la primera vez en más de un siglo que una mujer aparecería en un billete estadounidense. El diseño original estaba programado para ser lanzado en 2020, coincidiendo con el centenario del sufragio femenino en Estados Unidos. Sin embargo, problemas técnicos relacionados con medidas de seguridad y cambios administrativos retrasaron su emisión hasta al menos 2030
Tubman falleció 10 de marzo de 1913 debido a complicaciones derivadas de neumonía. Sin embargo, su espíritu sigue vivo como inspiración para generaciones futuras que luchan por un mundo más justo e igualitario.
¿Por qué recordar a Harriet Tubman hoy?
En tiempos donde aún persisten desigualdades sociales y raciales, recordar a Harriet Tubman es un llamado a continuar su lucha por la justicia y los derechos humanos.
Cada vez que celebramos su vida y logros, reafirmamos nuestro compromiso con los valores que ella defendió: libertad, igualdad y dignidad para todos.
Con información de: womenshistory / nps / biography / britannica
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