Las elecciones presidenciales celebradas en Venezuela el pasado 28 de julio han sumido al país en una profunda crisis política, desatando una ola de protestas internas y una creciente preocupación internacional. El proceso electoral, marcado por irregularidades y acusaciones de fraude, ha puesto de manifiesto las tensiones que persisten en la nación sudamericana y ha reavivado el debate sobre la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro.
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Cronología de los Hechos
• 22 de octubre de 2023: La oposición venezolana celebró elecciones primarias para elegir a su candidato presidencial. En esta contienda, participaron los principales partidos y figuras de la oposición, resultando vencedora María Corina Machado con un aplastante 90% de los votos. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) rechazó su inscripción como candidata, alegando una inhabilitación dictada en 2014 por la Contraloría General, afín al oficialismo y dirigida en ese entonces por Elvis Amoroso (actual presidente del CNE). Esta medida, originalmente de un año de duración por supuestas omisiones en una declaración patrimonial, fue extendida por 15 años, impidiendo así su participación.
• 23 de marzo de 2024: Tras intensas negociaciones, la oposición seleccionó a Corina Yoris, una académica de 80 años y activista con una trayectoria cívica intachable, como sustituta de Machado. A pesar de no contar con antecedentes que justificaran una prohibición, Yoris también fue bloqueada del sistema automatizado del CNE sin explicación alguna. Ante esta situación, la oposición inscribió provisionalmente a Edmundo González Urrutia para reservar la tarjeta electoral.
• 20 de abril de 2024: Ante la imposibilidad de registrar a otro candidato, González Urrutia fue confirmado como el abanderado oficial de la oposición.
• 28 de julio de 2024: El día de las elecciones transcurrió en medio de una tensa calma. Horas después del cierre de los centros de votación, el CNE anunció en la madrugada la victoria de Nicolás Maduro con el 51% de los votos, basándose en el 80% de las actas escrutadas. Sin embargo, la falta de transparencia en el proceso y la negativa del CNE a publicar las actas de votación, como lo estipula la ley electoral venezolana, han generado serias dudas sobre la veracidad de estos resultados. La oposición, liderada por González Urrutia, denunció fraude y afirmó tener pruebas de que habían ganado con el 70% de los votos.
• 29 de julio de 2024: En un procedimiento considerado atipico, el CNE entregó rápidamente las credenciales de victoria a Maduro, sin permitir a la oposición impugnar los resultados. Las protestas estallaron en todo el país, especialmente en zonas tradicionalmente oficialistas. Aunque no hay cifras oficiales, se reportan algunos fallecidos y detenidos durante las protestas.
Reacciones internacionales
La comunidad internacional se pronunció rápidamente. Países como Cuba, Bolivia, Irán, China, Nicaragua, Honduras, Siria y Rusia respaldaron a Maduro.
Por otro lado, Perú, Uruguay, Argentina, Chile, Panamá, Costa Rica, Guatemala, El Salvador y Ecuador rechazaron el proceso. Estados Unidos, España, Portugal, Alemania, la Unión Europea, Brasil, Colombia, México, Reino Unido, Italia y la ONU exigieron la publicación de las actas.
Observadores internacionales, incluyendo el Centro Carter y expresidentes como Leonel Fernández y Ernesto Samper, se sumaron a esta demanda, subrayando la importancia de la transparencia en el proceso electoral.
Acciones de la oposición
La oposición, liderada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, ha denunciado un fraude masivo. Según sus propios cómputos, basados en el 73.2% de las actas recopiladas, González Urrutia habría obtenido el 69.4% de los votos (6.275.182) frente al 30.6% (2.759.256) de Maduro. Para respaldar estas afirmaciones, la oposición habilitó en sitio web resultadospresidencialesvenezuela2024.com donde publica las actas en su poder, en un intento por transparentar los resultados que el CNE se niega a divulgar.
Implicaciones y futuro Incierto
La situación en Venezuela se encuentra en un estado de incertidumbre y tensión. La crisis post-electoral en Venezuela plantea serios desafíos para la estabilidad política del país y la región. La falta de transparencia en el proceso electoral y la negativa del CNE a publicar las actas de votación socavan la credibilidad de las instituciones venezolanas y profundizan la crisis de legitimidad del gobierno de Maduro.
La comunidad internacional se enfrenta ahora al dilema de cómo responder a esta situación. Las divergencias entre los países que apoyan a Maduro y aquellos que cuestionan los resultados podrían llevar a un mayor aislamiento de Venezuela o, por el contrario, a una intensificación de los esfuerzos diplomáticos para encontrar una solución pacífica a la crisis.
El futuro inmediato de Venezuela permanece incierto. La oposición, respaldada por una parte significativa de la población y la comunidad internacional, se encuentra en una encrucijada: continuar con las protestas pacíficas o buscar otros mecanismos para impugnar los resultados electorales. Por su parte, el gobierno de Maduro deberá enfrentar no solo la presión interna sino también el escrutinio internacional, lo que podría traducirse en nuevas sanciones económicas y diplomáticas.
En última instancia, la resolución de esta crisis dependerá de la capacidad de los actores políticos venezolanos para encontrar un terreno común y de la voluntad de la comunidad internacional para facilitar un diálogo constructivo que permita restaurar la confianza en las instituciones democráticas del país.
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Autor:
@DUPAOmag
