Cruzar la calle en EE. UU. mientras el semáforo está aún en rojo puede ser motivo para que el infractor cargue con una etiqueta algo incómoda. Conoce qué es un ‘jaywalking’ y qué debes hacer para evitar convertirte en uno.
Un intento por regular la velocidad
En 1910, en Estados Unidos las calles lucían totalmente diferentes, pues se las consideraba un lugar para peatones, vendedores ambulantes, vehículos tirados por caballos, y tranvías.
Pero en la siguiente década, los automóviles comenzaron a surgir exponencialmente. Este cambio radical produjo la muerte de muchos ciudadanos que aún no estaban acostumbrados a la nueva vialidad.
En 1923 grupos de activistas firmaron una petición para que los autos tuviesen un límite de velocidad de 25 millas por hora. En vista de esto, las compañías de autos locales les enviaron cartas a sus clientes, para solicitar su apoyo y poder así contrarrestar la medida.
La iniciativa falló. No obstante, fabricantes, concesionarios y diversos grupos de entusiastas trabajaron por redefinir legalmente los derechos y deberes que los peatones tenían al momento de ir por la calle.
Así fue como finalmente creó la Ley de Tránsito, vigente hasta la actualidad.
Esta ley dictamina que los transeúntes deben pasar obligatoriamente por los cruces peatonales para transitar en la calle.
El concepto de ‘jaywalking’
El cambio llevó a que las empresas buscaran la forma de que los ciudadanos obedeciesen la nueva ley y. Fue entonces cuando se les ocurrió basar su estrategia en la presión social que las personas podían infligir sobre el infractor.
Así nació el término de jaywalking, que significa “persona que no sabe cómo comportarse en una ciudad”. Empleado en campañas de publicidad masiva, pronto el concepto empezó a formar parte del imaginario urbano norteamericano.
Con información de: Vox / Wikipedia / Imagen de portada: Shutterstock
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