La noticia de que uno o quizá dos caimanes capturaron y mataron a un niño de dos años en Orlando Florida ha dado la vuelta al mundo y ha sido una de las más leídas en numerosas publicaciones.
El trágico accidente causó horror y llamó la atención por lo extraño, aunque no debería serlo, según un experto de la Florida.
Lo que está sucediendo, según Ron Magill, portavoz del Zoológico de Miami y experto en comportamiento animal, es que humanos y caimanes comparten cada vez más territorio en Florida.
«Probablemente tendremos más incidentes entre caimanes y humanos porque hay más caimanes y más humanos; y los humanos estamos construyendo en el hábitat de los caimanes», dijo Magill a la agencia AFP.
No era así hace unas décadas. En 1970 estaban en peligro de extinción y contaban apenas algunos miles. Hoy hay 1,3 millones de ellos.
Paralelamente la población humana de Florida también ha aumentado —un 7,8% en el último quinquenio, según el censo de 2015.
Los conflictos entre caimanes y personas no necesariamente son siempre trágicos.
Hace poco un caimán gigantesco paseó con gran calma por un campo de golf en Luisiana y se convirtió así en una estrella de las redes sociales. También son frecuentes los casos en que un caimán aparece retozando en una piscina familiar.
«Los caimanes están aprendiendo a adaptarse y van a ir a áreas residenciales si hay lagos o canales», dijo Magill. «Usan los canales, los lagos y las masas de agua de toda Florida como si fueran un sistema de autopistas, para ir de un lado a otro», añadió.
Con información de VOA Noticias | Foto: Aligattor Shutterstock
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