El explorador noruego Roald Amundsen siempre será recordado como el primer hombre que alcanzó el Polo Sur, pero existe una historia detrás de este logro que mucha gente desconoce. Amundesen quería descubrir el Polo Norte, pero se le adelantaron y tuvo que fijar su mirada en el otro extremo del planeta.
La obsesión de Amundsen siempre fue llegar al Ártico y ligar su nombre al del Polo Norte. Lo tenia todo planeado y prácticamente atado, incluso obtuvo la licencia para tripular y comandar el ‘Fram’, un navío de exploración polar. El noruego vio sus ilusiones echas añicos cuando en 1909 sus rivales norteamericanos, Frederick Cook y Robert Peary, anunciaron por separado la conquista del Polo Norte.
La tristeza no atenazó a Amudsen, que siguió con sus planes sin desvelar a compañeros y patrocinadores el destino de su exploración, que partió el 10 de junio de 1910 con destino a ‘Framheim’, su base de operaciones en la bahía de las Ballenas, un puerto frente de la barrera de hielo de Ross, justo al norte de la isla Roosevelt en la Antártida.
La expedición fue un éxito relativamente sencillo gracias a su alta preparación y a su amplia experiencia en el uso de esquís y trineos tirados por perros. Finalmente llegaron al Polo Sur Amundsen y otros cuatro compañeros, pero éste logro se vio empañado por una trágica noticia.
En este período de la historia, el afán colonizador y el espíritu de exploración desataron una verdadera ‘carrera’ por apuntarse el descubrimiento de lo poco que quedaba de Tierra por conquistar. Era habitual, como ya comprobó Amundsen con el Polo Norte, que alguien se te adelantara. Y eso es lo que la ‘Expedición Terranova’, liderada por el inglés Robert Falcon Scott, trató de lograr sin éxito en el Polo Sur. Scott y cuatro compañeros llegaron al Polo Sur el 18 de enero de 1912, cinco semanas después que Amundsen y perecieron en el viaje de regreso.
No fue del gusto de todos que Amundsen llevara en secreto su cambio de planes pero finalmente le salió bien y logró pasar a la historia como el descubridor del Polo Sur.
Hoy en día, la estación de investigación científica en el Polo Sur lleva su nombre junto al del fallecido Scott. Eso sí, la Base Amundsen-Scott nombra primero al noruego, vencedor en la ‘carrera’ por su ‘segundo plato’.
Con información de Elmundo.es | Wikipedia | Foto: Polo Sur / Shutterstock
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