Leonardo da Vinci encontró la verdadera causa de la erección masculina. En su época se pensaba que era la entrada de aire al pene lo que producía su erección y no la sangre como descubrió Leonardo.
Este hallazgo lo obtuvo de forma casi fortuita, ya que cierta vez en que examinaba el cadáver de un hombre que había sido ahorcado descubrió que este tenía el pene erecto por la sangre acumulada en ese órgano.
«El pene no obedece la orden de su Maestro, quien trata de ponerlo rígido o no, a voluntad. Por el contrario el pene se erecta por sí mismo mientras el maestro duerme. Se debe decir que el pene tiene su propia mente y funciona a través del ‘estiramiento’ de la imaginación».
Sin embargo, y pese a su descubrimiento, lo ocultó, ya que en su época se consideraba una herejía el estudio de cadáveres.
¿Cómo se produce una erección?
Como bien descubrió Leonardo da Vinci, el proceso de erección era algo mucho más complicado que la entrada de aire en el miembro viril.
Otro de los principales causantes de la erección es el óxido nítrico. Un gas que, a pesar de ser considerado contaminante para el entorno y la capa de ozono, es también una biomolécula creada por nuestro propio cuerpo capaz de ofrecer múltiples beneficios.
Además, este neurotransmisor fue reconocido como molécula del año por la revista Science, durante la comentada década de los 90, nombramiento del cual nacieron múltiples medicamentos para el tratamiento de diferentes patologías -angina de pecho, disfunción eréctil o hipertensión- basados en su liberación para una mejor circulación de la sangre.
Si regresamos al tema de la erección, esta biomolécula juega un papel fundamental durante este proceso. Cuando se produce la estimulación sexual, el óxido nítrico se libera tras su producción por las células del cuerpo cavernoso del pene. Un hecho que se da en respuesta a las terminaciones nerviosas, recibidas por región pélvica desde el cerebro, y provoca la acumulación de sangre de la que se obtiene la firmeza en el pene.
¿Y si el cuerpo no produce óxido nítrico?
Un problema habitual en los hombres es el desnivel de producción de óxido nítrico por parte de sus células genitales. Algo que afecta, concretamente, a la falta de estimulación de la formación de GMP cíclico, causante de la relajación de los músculos y cuerpos cavernosos del pene que facilitan la entrada de sangre en el mismo y la consecuente erección.
Conocida como disfunción eréctil, esta patología afecta a aquellos hombres que ven disminuida la inhibición de la enzima fosfodiesterasa 5 (PDE5), específica de GMP cíclico, cuya actuación es la de devolver al pene a su estado normal de flacidez, impidiendo la acumulación de sangre y bloqueando la síntesis del óxido nítrico. O lo que es lo mismo, la incapacidad del varón para lograr que la erección sea duradera y suficiente para la penetración y la satisfacción sexual.
Con información de: Androclínica / factorclínica.com / Foto: Erección Masculina Shutterstock
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