El liderazgo empresarial femenino es cada vez más importante para la economía global, brindando no solo una perspectiva alternativa al sistema privado impulsado mayoritariamente por hombres, sino creando oportunidades adicionales para las mujeres que no cuentan con las mismas oportunidades que sus iguales del sexo opuesto.
Durante la pandemia, momento en el que hemos visto la incapacidad de muchas empresas de afrontar la crisis y adaptarse a las nuevas necesidades del consumidor, el liderazgo femenino en el sector privado parecería estar haciéndose cada vez más importante.
México con baja igualdad
Primero, es necesario conocer la situación actual.
De acuerdo a la ONG, Red de Mujeres Sindicalistas y la Red Iberoamericana de Municipios por la Igualdad de Género, México estaría en el último lugar en igualdad de género laboral en nuestra región, con la mayor parte de las mujeres teniendo una remuneración hasta 50% menor que los hombres, incluso teniendo el mismo rango y mayor preparación (1).
Del mismo modo, se afirma que las mujeres tendrían una baja participación económica, incluso cuando la escolaridad y preparación profesional haya incrementado significativamente durante los últimos años. La falta de mecanismos que aseguren una mayor paridad, no solo en cuanto a remuneración sino también a oportunidades, sería una de las mayores barreras.
Importancia económica
A pesar de esto, el crecimiento del liderazgo femenino empresarial sería una de las mejores noticias que podría tener la economía mexicana actualmente, ya que más del 60% de las pequeñas y medianas empresas que operan actualmente en nuestro territorio (cerca de 4 millones) son lideradas por mujeres (2).
Una distribución adecuada en el equipo humano empresarial basado en sexo, sistemas de financiamiento más efectivos para estas empresas, y una mayor capacitación basada en igualdad de oportunidades serían vitales para asegurar que no solo crezca la economía, sino también que veamos una tasa de empleo aún mayor.
Si bien algunos de los aspectos anteriormente han mejorado marginalmente durante los últimos años, lo cierto es que este no sería lo suficientemente grande como para disminuir la brecha de género de manera sustancial.
Empresas apoyan el emprendimiento
Algunas empresas han tomado nota sobre la situación y estarían desarrollando programas específicos para ayudar a las emprendedoras femeninas a incrementar su alcance y a trabajar de manera directa con compañías de mayor tamaño. Un ejemplo de esto es Walmart con su proyecto “Cadenas de Valor”.
A través de esta, la empresa estaría aliándose con pymes en el área de manufactura lideradas por mujeres, con el objetivo de convertirlas en proveedoras de cadenas de tiendas como Maxi Despensa y Despensa familiar.
De la mano de estas es posible encontrar, en las ofertas de Walmart, descuentos en productos como juguetes nacionales con descuentos de hasta 10%, sillas hasta 1.000 pesos más económicas, y golosinas mexicanas en paquetes de 2×1 (3).
Algunas organizaciones que también brindan apoyo a las emprendedoras pueden incluir a Dalia Empower, Victoria 147, 10.000 mujeres por México, y la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (AMEXME).
Aunque las mujeres no cuenten con las mismas oportunidades que los hombres, lo cierto es que el pequeño porcentaje que estaría ocupando posiciones de poder dentro del sector empresarial estaría mostrando los efectos positivos de crear un sistema económico mucho más inclusivo y diverso, basado en mucho más que el sexo, la raza o estatus social.
Con información de: Eleconomista.mx,Entrepeneur, Walmart
--
--