Ana Bolena es una de las mujeres que más ha influido en la historia moderna; y sin duda es una de las figuras más representativas en la monarquía británica. Su amor con Enrique VIII fue el detonante para el surgimiento de la Iglesia anglicana. Bolena, quien ostenta el desdichado título de «la reina decapitada», fue la primera esposa en sufrir dicho destino, de las seis esposas que tuvo el monarca.
¿Cómo fue la juventud de Ana Bolena?
La fecha de nacimiento de Ana Bolena es uno de los tantos misterios que rodea su gran figura. A ciencia cierta, no se sabe cuándo llegó al mundo, lo único que se conoce es que fue en un punto entre 1501 y 1507; aunque también se ha mencionado la posibilidad de haber nacido en 1499 o 1512.
Los padres de Ana fueron Tomás Bolena y Isabel Bolena; el primero llegó a fungir como conde de Wiltshire y de Ormonde, por lo que su familia siempre se vio ligada a la aristocracia. Su lugar de nacimiento también es desconocido, pese a que se cree que fue en Norfolk o en Kent.
Su padre siempre mantuvo una estrecha relación con el rey de Inglaterra, por lo que era normal que fuese enviado a distintas partes de Europa como un diplomático de la corona. Entre sus viajes, está su visita a los Países Bajos, en donde la archiduquesa, Margarita de Austria, quedó maravillada con su encanto, así le ofreció un lugar a su hija dentro del palacio.
Ana vivió en Países Bajos desde 1513 hasta 1514, cuando fue enviada por su padre hasta Francia, donde continuó sus estudios. En París, fue dama de honor de Claudia de Francia. Vivió en dicho país hasta 1521, cuando regresó a Inglaterra para formar parte de la corte.
Amorío con Enrique VIII
En 1522, Ana Bolena asistió a su primer baile como parte de la corte inglesa. En dicho evento, la joven maravilló a muchos gracias a su danza, por lo que fue adquiriendo popularidad en el nicho.
Para aquel entonces, Enrique VIII estaba casado con Catalina de Aragón, quien era muy querida por la plebe. Pese a que la unión entre ambos monarcas era muy bien vista, había un factor que hacía tambalear la relación: la incapacidad de formar un heredero, ya que sus tres hijos murieron a los meses de nacer.
Enrique VIII tuvo constantes amoríos durante su matrimonio con Catalina, así su estilo de vida lo condujo a las hermanas Bolena. El rey inglés se enamoró profundamente de Ana, pero ella no le permitía acostarse con él, por lo que su obsesión y amor incrementó aún más. Por otro lado, quien sí fue amante de Enrique fue la hermana de Ana, María.
Hacia 1528, ya no era un secreto que Enrique se quería casar con Ana Bolena, por lo que trató de conseguir su divorcio con Catalina de Aragón. El papa Clemente VII no le concedió dicho derecho al rey, por lo que el monarca decidió crear la Iglesia anglicana, la cual le permitió divorciarse para posteriormente casarse con Ana Bolena en 1533.
Caída en desgracia
El 25 de enero de 1533, Ana Bolena y Enrique VIII se casaron de manera pública, ya que anteriormente habían realizado una ceremonia en secreto. Ese mismo año, el arzobispo de Canterbury dio como válido su matrimonio, anulando la unión entre Enrique y Catalina de Aragón. El 7 de septiembre de dicho año, nace su primera hija, Isabel, quien se convertiría en una de las reinas más importantes de Inglaterra.
El matrimonio entre Ana y Enrique estuvo lleno de situaciones turbulentas. La reina consorte sufrió de varios abortos espontáneos y nunca fue capaz de engendrar un varón, lo que provocaba frustración en el rey; a su vez, la obsesión de Enrique sobre su esposa era cada vez más enfermiza, por lo que era común la celopatía por parte del monarca.
En 1536, tras tres años de matrimonio, inició una serie de acusaciones acerca de algunos posibles amantes de Ana, entre los que destacan Mark Smeaton (un músico flamenco), sir Henry Norris, sir William Brereton y Jorge Bolena (su hermano). En mayo de dicho año, Ana Bolena y sus “amantes” fueron sentenciados a muerte por adulterio e incesto; los últimos fueron ejecutados el día 17 de ese mes, mientras que la reina consorte fue decapitada de manera privada el día 19 en la Torre de Londres.
Repercusión histórica de su figura
Ana Bolena fue una de las personalidades más importantes en Inglaterra durante el siglo XVI. Su influencia fue la razón principal de la ruptura de Inglaterra con la Iglesia católica para la posterior creación de la Iglesia anglicana.
Su figura fue una de las más apreciadas en la época, ganando el apodo de «espejo de la moda». Su impacto en la sociedad la marcó como una de las personas más importantes en la historia de la monarquía inglesa, y es reconocida como la reina consorte de mayor importancia. A su vez, su hija, Isabel I, fue una de las monarcas más destacadas que hubo en Inglaterra.
Su vida e historia siempre fue muy atractiva para el público, por lo que también es normal ver ligada su imagen al entretenimiento actual pese a que su muerte tuvo lugar hace casi 500 años. Ha habido una gran cantidad de obras en las cuales ha estado presente una representación de ella, ya sea como protagonista o parte elemental de la trama.
Con información de Sobre Historia / ABC / BBC
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