En la gran mayoría de los países existen leyes que prohíben que parientes cercanos se casen y las razones no son sólo morales, éticas o religiosas. En realidad, la idea no es impedir relaciones entre parientes, sino evitar el nacimiento de hijos entre personas que comparten gran cantidad de material genético.
El nacimiento de bebés de padres que son hermanos o primos cercanos se denomina endogamia y, los niños que provienen de estas uniones, son más propensos a padecer de una serie de trastornos genéticos, que pueden generar diversas enfermedades.
Incluso, se culpa a la endogamia de la desaparición de algunas dinastías y pueblos, como por ejemplo a la dinastía de los Habsburgo, debido a que durante generaciones se repitieron las uniones entre parientes. Algunas civilizaciones, buscaban la endogamia para asegurar la pureza de las razas, tal vez la más representativa de esta práctica fuera la civilización egipcia.
La mayoría de las enfermedades genéticas, se produce cuando se unen dos genes defectuosos, que suelen ser recesivos, lo que significa que para que una persona la padezca, ambos padres deben ser portadores.
La mayoría de nosotros es portador de un gen de alguna condición que probablemente nunca manifestemos, pero si tenemos un hijo con una persona que también porte ese gen, existen altas posibilidades que si desarrolle una enfermedad, que incluso podría ocasionarle la muerte.
En bebés producto de relaciones endogámicas, esos genes recesivos se activan y manifiestan. Las condiciones genéticas asociadas a factores hereditarios son, entre otras, la hemofilia, Huntington, Fibrosis Quística, varias distrofias musculares y una serie de enfermedades psiquiátricas y retrasos mentales.
Mientras más cercano es el parentesco, mayor el peligro.
Los efectos de la endogamia en la historia
Ya vimos cómo la unión entre parientes resulta en bebés con altas posibilidades de padecer trastornos genéticos y la historia ha sido prueba de ellos. Se cree que varias dinastías reales, terminaron desapareciendo producto de los sucesivos matrimonios entre primos.
Dinastías como los Austria y Habsburgo, han sido estudiadas por los científicos, que determinaron que varios trastornos se fueron manifestando durante generaciones, creciendo a medida que aumentaban las uniones entre parientes que, justamente, eran fruto de otras relaciones endogámicas.
Civilizaciones como la egipcia o los Incas en Perú, consideraban que los bebés nacidos entre hermanos o primos eran sanguíneamente superiores. Se cree que la endogamia puede haber tenido un efecto en el debilitamiento de ambas culturas.
Hoy, podemos ver ejemplos de endogamia en territorios aislados o pueblos muy cerrados, pero esta práctica ya no es común, en parte gracias al cambio en los paradigmas culturales y leyes que lo impiden.
Con información de: ojocientifico.com | Foto: Pareja de novios / Shutterstock
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