Sí existen. Los llamados frijoles saltarines, típicos de México, hacen algo parecido a saltar. Sacuden frenéticamente su cuerpo, del tamaño de un grano de maíz, y se deslizan por el suelo, milímetro a milímetro, como arrastrándose.
Físicamente, los frijoles saltarines tienen la apariencia de pequeños frijoles de color entre canela y castaño. Son un tipo de semilla en la cual se ha puesto el huevo de una pequeña polilla. Es la larva que nace del huevo la que hace al frijol «saltar».
Una especie de polilla pone sus huevos en las flores de la planta, de manera que se quedan en el interior de las semillas hasta que crecen los frijoles. Las larvas se alimentan de ellos y, cuando crecen, los rompen para salir. Las polillas mueven los frijoles.
Con información de: Quo.es | Wikipedia | Foto: Frijoles Saltarines / Shutterstock
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