El “Principessa Mafalda” fue la gran nave de su tiempo, única capaz de unir Italia con Argentina en catorce días. Construido en 1908 y botado en Nápoles en abril de 1909, el 25 de octubre de 1927 cumplía su nonagésima travesía. Un año antes, Carlos Gardel había sido uno de sus ilustres pasajeros en un viaje a España.
Bautizado en homenaje a la princesa italiana Mafalda de Saboya, nacida en 1902, hija del Rey Víctor Manuel III y de la Reina Elena, esta nave perteneciente a “Navigazione Generale Italiana Societá Riunite Florio & Rubatino” había perdido varios años atrás a su nave gemela el “Principessa Jolanda”.
El “Principessa Mafalda” era un veterano de los muelles porteños, puesto que llevaba 19 años uniendo las costas ligures con las platenses. Había sido botado en 1909 y –para la época- era un impresionante y majestuoso buque de 9.210 toneladas, que medía 485 pies de eslora y 55 de manga, destinado a cubrir la travesía Génova – Barcelona – Río de Janeiro – [Santos] – Montevideo – Buenos Aires Podía navegar a una velocidad de crucero de 18 nudos.
El 25 de octubre de 1927, frente a las costas de Brasil, un eje de la hélice se fracturó y dañó el casco. El barco se hundió lentamente en presencia de embarcaciones de rescate. En la tragedia perdieron la vida 481 personas, muchos de ellos argentinos. En su momento, la noticia conmovió al mundo y por comparación, se decía que era el Titanic del Atlántico Sur.
Foto: Wikimedia
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