La sensación de felicidad en los países más pobres comienza a crecer de la mano del aumento del PIB per cápita. Pero cuando este índice alcanza los 36.000 dólares, esta relación se diluye.
Estas son las conclusiones de un estudio realizado por los economistas Eugenio Proto, de la Universidad de Warwick, y Aldo Rustichini, de la Universidad de Minnesota, EE.UU., informa Phys.org.
«Nuestro análisis nos ha llevado a un sorprendente descubrimiento: que el nivel declarado de satisfacción con la vida parece hundirse más allá de un cierto nivel de riqueza», aseguraron los investigadores.
El estudio observó que entre la población de los países con un PIB per cápita inferior a 6.700 había un 12% menos de probabilidad de declarase satisfecho que en los países con un PIB de 18.000 dólares. Pero en los países con una renta per cápita de cerca de 36.400 dólares la riqueza no tiene relación tan obvia con la felicidad.
Entre este nivel y el nivel más alto de PIB per cápita, 54.000 dólares, el porcentaje de personas felices tan solo varía en un 2%, revela el análisis. Esto se corresponde en términos generales con la paradoja de Easterlin, que afirma que la relación entre la satisfacción vital y el PPA es prácticamente imperceptible en los países más ricos.
Según un estudio reciente de la ONU, los países más felices son: Dinamarca, Noruega, Suiza, Holanda, Suecia, Finlandia, Canadá, Austria, Islandia y Australia. En todos, la renta per cápita supera los 36.000 dólares.
Fuente: radiomundial
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