Ana Estuardo, reina de Gran Bretaña (1665-1714) debió haber trascendido de los libros de historia, no solo como una de las monarcas más poderosas de su época, sino como una importante figura queer en el siglo XVII. ¡Conoce la historia de la reina Ana de Inglaterra, y su relación con Sarah Churchill!
¿Quién fue la reina Ana de Inglaterra?
Ana Estuardo nació el 6 de febrero de 1665, y reinó durante 12 años ininterrumpidos, desde 1702 hasta su muerte en 1714, en el Palacio de Kensington, Londres, Gran Bretaña.
Escucha «La no tan secreta pasión entre la Reina Ana y Sarah Churchill • Historia Culturizando» en Spreaker.La primera monarca de Gran Bretaña
El 1 de mayo de 1707, los territorios de los reinos de Inglaterra y Escocia fueron unificados, a través de una serie de leyes aprobadas por el Parlamento, dando como resultado el surgimiento de Gran Bretaña. Este momento histórico es conocido como el Acta de Unión.
Durante su gestión, custodiada y aconsejada por los más sabios nobles de la nación, el reinado de Ana permitió que Inglaterra emergiera como una verdadera potencia en Europa, logrando así, que esta finalmente se posicionara como un imperio fuerte e importante para los ojos del mundo.
Su matrimonio con el príncipe de Dinamarca y sus 17 embarazos
En 1685, a la edad de 18 años, Ana contrajo matrimonio con el príncipe Jorge de Dinamarca y Noruega. Durante su matrimonio, Ana estuvo embarazada en 17 oportunidades, de las cuales, siete terminaron en abortos espontáneos; cinco bebés nacieron muertos; dos murieron pocas horas después de nacer, y solo uno sobrevivió más allá de los dos años. El príncipe William, duque de Gloucester, fue quien sobrevivió a la infancia; desafortunadamente, en 1700, falleció a los 11 años, a causa de lo que los médicos de la época denominaron una fiebre maligna.
Sarah Churchill, el verdadero amor de la reina Ana
A pesar de que su relación con el príncipe Jorge se mantuvo sobre la base de la cordialidad y de sus aficiones en común, todo el amor y las atenciones de la reina Ana estaban enfocadas a la duquesa de Marlborough, Sarah Churchill. Desde que Ana era pequeña, ella y Sarah se convirtieron en mejores amigas. Con el transcurrir del tiempo, su relación trascendió los cánones de lo socialmente aceptado, y aunque discretas, su estima las mantuvo inseparables.
Ya en la adultez, Sarah contrajo matrimonio con John Churchill, duque de Marlborough, uno de los militares más influyentes en el medio militar y con considerable popularidad en el reino.
Sin embargo, en 1702, durante la coronación de Ana, Sarah vio una oportunidad para escalar en la pirámide de la nobleza y convertirse, incluso, en una figura importante en el gobierno.
A pesar del amor y la ternura que caracterizaba los afectos de la reina Ana por su amiga y amante de toda la vida, sabía que no podía permitirse ser manipulada y cambiar los efectos de su propio reino.
Los escándalos sobre el lesbianismo de la monarca
A pesar de que hay registros que aluden a que sus sentimientos hacia la reina eran genuinos, la duquesa de Marlborough no conocía sutilezas. Se fue transformando, paulatinamente, en una figura manipuladora dentro de la vida de la reina, lo cual se evidenció fuertemente una vez que esta decidió reemplazarla con una nueva mujer, más joven y más dispuesta a satisfacer las necesidades de la reina.
Sin hacer tan evidentes sus ambiciones de poder, esta nueva chica llevaba por nombre Abigail Masham, y era nada más y nada menos que la prima de Sarah.
Luego de las tantas discusiones que mantuvo con la reina, donde se le negaba reiteradamente el poder que ella exigía, su relación se fue desvaneciendo.
Sarah Churchill estaba muy consciente de los rumores y las historias que comenzaban a relatarse en las tabernas y demás sitios públicos donde solía reunirse la gente de la época. Cuando se vio reemplazada por su prima, la duquesa decidió esparcir el rumor del nuevo interés romántico de la reina Ana. Asimismo, la retrató como una mujer promiscua que mantenía encuentros con distintas damas de la corte.
De cómo la imagen de la reina Ana fue desprestigiada a través de los años
Aunado al hecho de que su esposo fue despedido de las fuerzas militares, Sarah no solo esparció las cartas que solía intercambiar con su examante, sino que creó una atmósfera en contra de la monarca, y la acusó de maltrato, posicionándose a sí misma como una víctima.
Debido a esto, la imagen de la reina no únicamente se vio afectada por la opinión pública, sino por cómo sería recordada en los libros de historia.
El documento de las memorias de Sarah Churchill, de hecho, es una de las pocas referencias que aún se conservan para estudiar la vida de la monarca.
Con información de: Cultura Colectiva / Town & Country / Factinate
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