Inyectar orina de mujer en una rana: el test de embarazo de los años 30
Hoy en día, las farmacias disponen de un amplio repertorio de pruebas de embarazos, además de que también existe el sistema de ecografía en los hospitales. Sin embargo, en los años 30, antes de la llegada de la tecnología, las personas acudían a un curioso test de embarazo, como inyectar orina humana en ranas africanas.
Entre 1930 y 1970, para saber si una mujer estaba embarazada, era necesario tomar su orina e inyectarla en una rana hembra, de la especie Xenopus laevis, conocida como rana africana de uñas.
Cuando la rana era inyectada, los doctores debían esperar un periodo de tiempo de aproximadamente 18 horas, si pasado ese tiempo, la rana iniciaba un proceso de ovulación, significaba que la mujer sí estaba embarazada.
El resultado de este inusual test, se debía a que cuando una mujer está en etapa de gestación, su organismo genera en grandes cantidades una hormona llamada “gonadotropina coriónica humana” (hCG), una hormona que es capaz de inducir la ovulación precisamente en esta rana.
Este método resultó ser bastante efectivo, con un 95% de acierto, además era económico, por lo que muchas farmacéuticas y centros médicos de todo el mundo empezaron a importar de África esta especie de rana.
Para realizar este test, era necesario que la mujer ya tuviera varias semanas de embarazo, para que la hCG pudiera estar presente, igualmente, luego de ser hecho el test, debían esperar hasta 6 semanas para poder volver a usar la rana.
En la década de los 60, la ciencia fue desarrollando los primeros test de embarazos parecidos a los que existen en la actualidad, por esta razón, la mayoría de las ranas fueron liberadas en ambientes aptos para ellas pero sin ser devueltas a África.
Sin embargo, lo que no sabían los médicos era que las ranas que fueron usadas para los test de embarazo, habían desarrollado un hongo letal para otros anfibios (Batrachochytrium dendrobatidis) que causó la extinción de aproximadamente 200 especies de ranas.
En 1947, el médico endocrino Galli Mainini, descubrió que el sapo argentino macho (Rhinella arenarum) también servía para verificar embarazos, en este caso, la orina se le inyectaba al sapo y si contenía la hCG, el sapo maduraba expulsando espermatozoides por su orina.
Este método era mucho más rápido que el de la rana africana, ya que solo había que esperar entre 2 y 3 horas, luego el doctor debía observar la orina del sapo a través de un microscopio, si contenía espermatozoides, significaba que la mujer estaba embarazada.
¿Te hubieras atrevido a usar alguno de estos métodos?