A pesar de que en 1911, Wassily Kandinsky fue el primero en teorizar sobre el abstraccionismo como vanguardia pictórica, ya existía en el panorama artístico una mujer cuya obra no hizo más que innovar, trascender y provocar al espectador con fascinantes y radicales proyecciones de una pintura futurista. ¡Conoce a Hilma af Klint!
¿Quién fue Hilma af Klint?
Hilma af Klint nació en Solna, Estocolmo, Suecia, el 26 de octubre de 1862. A la edad de 20 años, ingresó a la Real Academia Sueca de las Artes, que para la época, era una de las pocas instituciones que admitía aspirantes femeninas provenientes de toda Europa; en este sentido, Af Klint perteneció a la primera generación de artistas mujeres que, contaron con formación académica en el arte, entre 1882 y 1887.
En el marco de su formación tradicional academicista, Af Klint trabajaría durante varios años como retratista y paisajista, de acuerdo con las tendencias propias de la época.
La pintura como ejercicio durante sesiones espiritistas
Al igual que muchos artistas a finales del siglo XIX, Hilma se interesó plenamente en el espiritismo. Esta doctrina le permitiría experimentar pictóricamente, dando como resultado una obra cuyo tema principal, más allá del automatismo presurrealista, era el desplazamiento del arte figurativo, y la reivindicación de las emociones introspectivas del autor, por encima de la realidad.
En otras palabras, Hilma af Klint buscaba plasmar por medio de la pintura aquello que existe más allá de lo que el ojo humano puede percibir. Su obra estuvo altamente influenciada por la metafísica, la materia y el espíritu.
En 1896, a poco más de una década de haberse matriculado en la Real Academia Sueca de las Artes, Af Klint comenzó a llevar a cabo sesiones de espiritismo, acompañada de otras cuatro participantes. En estas reuniones, basadas en la exploración introspectiva por medio de la meditación, llegó a practicar lo que años después, gracias a la teorización de André Breton, se conocería como el automatismo surrealista. Este consistía en la liberación del subconsciente y la representación pictórica de las sensaciones y pensamientos, en el marco de lo supraterrenal.
Basándose en las experiencias vividas por medio de dichas sesiones, Af Klint llevó a cabo un proyecto titulado Pinturas para el templo, comprendido por 193 obras realizadas entre 1906 y 1915.
El desplazamiento de lo figurativo, de la objetividad y de lo tradicionalmente conocido en el panorama artístico europeo, formaban parte esencial de la obra de la artista. Sus pinturas contaban con temáticas variadas, entre las cuales resaltan las formas geométricas, biomórficas, con las tonalidades cálidas y brillantes.
La artista de las 1000 obras, conocida 100 años después
La abstracción pura e innovadora de Hilma af Klint comprendió una obra de más de 1000 pinturas. Incluso antes de Kandinski, cuyos estudios comenzaban a popularizarse durante la primera década del siglo XX, la artista desplegó toda una serie de posibilidades sobre una pintura imaginativa, vanguardista y con vista hacia el futuro.
A pesar de que su trabajo no era particularmente popular, Af Klint sí era conocida por algunas personalidades del mundo artístico en Estocolmo. Uno de ellos, era su colega teósofo Rudolf Steiner, a quien habría conocido en 1908.
Klint, consciente de que su obra no sería comprendida, decidió no formar parte de exhibiciones ni codearse con otros artistas pertenecientes a movimientos pictóricos. No obstante, no fue sino hasta que Steiner le recomendase ocultar su obra al menos por 50 años, y que la artista decidiera obedecer, para así ser desplazada de la historia del arte por varias décadas.
No fue sino hasta 1986 que el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles decidió programar las primeras exposiciones con el legado de la artista, por medio de una exhibición colectiva sobre pintores que abordaran en su trayectoria temáticas espirituales en la abstracción.
En el año 2018, el Guggenheim de Nueva York llevó a cabo una antología denominada Hilma af Klint: Paintings for the Future, donde se reivindica a la artista sueca como la iniciadora de una producción valiente, abstracta y futurista.
Con información de: Historia Arte / Más de Arte / Guggenheim
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