Hace 3500 años, Egipto fue gobernado por una “reina faraón”, y aunque usualmente eran los hombres quienes ejercían el cargo, Hatshepsut logró comandar el reino con sabiduría y firmeza; pero más interesante que su reinado, son las interpretaciones sobre su identidad sexual… ¿Acaso fue la primera persona trans de la historia?
Hatshepsut era hija de Tutmosis I, tercer faraón de la dinastía XVIII y la reina Ahmose. La unión concibió a varios hijos, pero aparentemente solo sobrevivieron Hatshepsut y su hermana; sin embargo, su padre logró tener otro hijo con alguna concubina, el cual se llamaría Tutmosis II y que se convertiría en el esposo de Hatshepsut… sí, de su hermana.
Tutmosis II se convirtió en el faraón y su hermana era la reina consorte, pero pocos años después Tutmosis moriría y a falta de descendencia, quien tendría que asumir el máximo cargo del Antiguo Egipto, sería Hatshepsut, que ahora sería una reina regente.
Aunque ya había existido una reina-faraón antes de Hatshepsut, esto no era lo acostumbrado. El faraón, quien también era oficialmente el hijo del dios Horus según la religión egipcia, debía ser un hombre, así que gobernar el alto y bajo Egipto no sería una tarea fácil para Hatshepsut.
No obstante, la reina-faraón se las arregló y logró gobernar el reino, no solo con firmeza y precisión… Posteriormente fue alabada por su sabiduría y especialmente por su perspicacia, ya que logró mantenerse en el poder a pesar del rechazo del clero y de las milicias, por ser mujer.
Hatshepsut también fue la responsable de varias edificaciones importantes de la antigua civilización egipcia, como el “templo de millones de años” o el templo en honor a Pajet, diosa egipcia identificada con la Artemisa griega.
Además, Hatshepsut fue responsable de importantes avances políticos para Egipto, especialmente en lo que refiere a la nación de Punt (probablemente la actual Somalia), una nación vecina con la que Egipto tenía fuertes rivalidades. La reina alcanzó a establecer una relación comercial con Punt, apaciguando así la tensión entre ambos territorios…
¿Cómo lo hizo? Al parecer Hatshepsut envió grandes tropas a Punt, así que las personas del lugar quedaron impresionadas (probablemente asustadas) y así se obtuvo un acuerdo comercial donde los egipcios lograron extraer mirra y esencias, los productos estrellas de Punt.
Incluso, en algún momento su hijastro Tutmosis III se autoproclamó faraón y Hatshepsut demostró nuevamente su poder e influencia cuando logró mantener su puesto.
Otra hazaña de Hatshepsut fue el nombramiento de un miembro del clero como visir real, lo cual estaba estrictamente prohibido para personas ajenas a la realeza, pero aun así ella se encargó de hacerlo.
Con este tipo de victorias políticas, Hatshepsut demostraba que no solo era una excelente gobernante, sino una inteligente estratega política y militar.
Sin embargo, Hatshepsut llevó a cabo ciertas acciones para ser tomada en serio…
¿Hatshepsut era transexual?
No se sabía de la existencia de Hatshepsut hasta hace unas pocas décadas, por lo tanto no hay demasiada información sobre su personalidad más allá de los logros de su reinado, pero de lo que sí se tiene certeza, es que Hatshepsut, para hacerse respetar en una sociedad tan arcaica, empezó a vestirse como hombre y a tener, aparentemente, una “actitud masculina”, a los pocos años de su reinado; incluso, lo más importante es que ordenó que se le representara con la barba y la corona egipcia típica y requerida para los faraones.
Es importante destacar que el caso de Hatshepsut no es como el de la legendaria papisa (mujer que se hizo pasar por hombre y llegó a ser papa), ya que todos sabían el sexo de la reina-faraón, lo cual hacía muy complicado su reinado porque los egipcios no estaban acostumbrados a ser comandados por una mujer.
Algunos consideran que Hatshepsut puede ser la primera persona transexual de la que se tenga registro, otras personas mantienen que se vio obligada a hacerlo para que su figura fuera respetada por todos sus opositores.
Lamentablemente no se sabe mucho de su vida… Cuando murió, las autoridades –probablemente por órdenes de su hijo– quisieron borrar toda su historia: removieron su nombre de los templos y se destruyeron sus estatuas, especialmente la nariz y la boca, ambas acciones consideradas por los egipcios como un impedimento para el paso hacia el más allá.
Igualmente, Hatshepsut trascendió…
Más allá de la muerte
La momia de Hatshepsut se encontró en 2005 sin nombre, junto a la de su nodriza. Todos se preguntaban por qué una mujer desconocida portaba el clásico gesto egipcio de los miembros de la realeza.
Pero, a pesar del gesto, debido a que no incluía pertenencias y que además su figura momificada no tenía ataúd, los arqueólogos no se imaginaron en ese momento que se trataba de un faraón. Finalmente, haciendo estudios a su mandíbula, descubrieron que se trataba de la momia de Hatshepsut.
Aunque no hay certeza de que Hatshepsut haya sido la primera persona trans, no cabe duda que fue un personaje muy poderoso e inteligente en el Antiguo Egipto, pero debido a su origen (ya sea como hombre trans o de mujer) su figura no ha recibido el respeto y honor que merece…
Con información de: Y – NOT Magazine / Spiked / Wikipedia
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