Más de dos décadas después, el documental Twin Towers: Legacy, dirigido por el ganador del Oscar® Robert Port, nos sumerge en una historia profundamente humana que trasciende la tragedia: la de la familia Vigiano. Como continuación del premiado cortometraje Twin Towers (2003), esta nueva producción no solo rinde homenaje a los héroes del 11-S, sino que celebra la fuerza de quienes han llevado adelante su legado con valentía y compromiso. En nuestra convesación, Port comparte los detalles detrás de esta poderosa historia, los desafíos de su realización y el mensaje que espera resonar en las nuevas generaciones: “Es la América que amo, una donde la gente hace lo correcto, sirve a los demás y regresa a casa a besar a sus hijos”.
Un legado de servicio que trasciende generaciones
Twin Towers: Legacy retoma la historia del detective Joe Vigiano, miembro de la Unidad de Servicios de Emergencia del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), quien perdió la vida respondiendo a los atentados del 11 de septiembre. Joe dejó atrás a su esposa, Kathy, y a sus tres hijos pequeños, quienes han crecido para convertirse en ejemplos vivos de su legado. Dos de ellos siguieron los pasos de su padre como oficiales del NYPD, mientras que el menor se unió a la Infantería de Marina. Narrado por Dennis Quaid (The Substance, Far from Heaven), el documental muestra cómo el espíritu de servicio de Joe sigue vivo en sus hijos, quienes han hecho del deber y el honor su forma de vida.
En palabras de Quaid: “La familia Vigiano es el símbolo del valor estadounidense. Los hijos de Joe Vigiano, que ahora ya son hombres, continúan con el legado heroico de su padre como agentes del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) y arriesgan sus vidas en su trabajo”. Esta narrativa de resiliencia y compromiso es el corazón de la película, que captura tanto la pérdida como la esperanza que surge de ella.
La inspiración detrás del proyecto
En nuestra conversación, Robert Port explicó qué lo motivó a realizar Twin Towers: Legacy en el marco del 20 aniversario del 11-S. “Cada 11 de septiembre llega y, para muchos, es solo otro día, como el Memorial Day. Pero para mí, era importante contar esta historia”, confesó. Como amante de la literatura clásica, Port encontró en la familia Vigiano una narrativa que encarna los valores que definen a Estados Unidos. “Estudié literatura en la universidad, así que siempre estoy leyendo a los clásicos, como Scott Fitzgerald o Ernest Hemingway, quienes escribieron sobre lo que define a América. Y esta historia, la de los Vigiano, es eso: la quintaesencia de la historia estadounidense”.
Port destacó que los hijos de Joe podrían haber elegido cualquier carrera —su madre, Kathy, soñaba con que fueran doctores o abogados—, pero optaron por seguir los pasos de sus padres. “Estos chicos podrían haber hecho cualquier cosa, pero eligieron servir. Para mí, eso es lo mejor que nuestro país tiene para ofrecer. Es la América en la que crecí, la América en la que creo, libre de política y odio, solo se trata de hacer lo correcto y volver a casa a besar a tus hijos”, afirmó con entusiasmo.
La conexión personal de Port con la familia fue clave para el proyecto. “He estado cerca de ellos durante 30 años. Conozco a los chicos desde que eran pequeños, y su padre era un amigo cercano”, reveló. Además, su relación de confianza con el NYPD, especialmente con el entonces subcomisionado John Miller, le permitió un acceso sin precedentes. “El NYPD nunca había dado a nadie el nivel de acceso que me dieron a mí, y probablemente nunca lo volverán a hacer. John me dijo: ‘No todo tiene que ser un canto de alabanza, solo haz una gran película’. Y creo que, gracias a la familia Vigiano y a todos los involucrados, lo logramos”.
Los retos de filmar en la calle
Filmar Twin Towers: Legacy implicó sumergirse en el peligroso y dinámico mundo del NYPD durante cuatro años. Port y su equipo acompañaron a los hermanos Vigiano en patrullas, enfrentando riesgos reales. “Estar en la calle con ellos fue un desafío enorme. No me preocupo por mí, llevo mucho tiempo haciendo esto, pero sí por mi equipo. Mi director de fotografía, Jeff Susman, es un joven padre de familia con dos hijos pequeños y una esposa maravillosa. Incluso mis propios hijos estuvieron ayudando en el rodaje, y sentía una gran responsabilidad por su seguridad”, explicó.
Uno de los momentos más intensos ocurrió durante una persecución. “Un auto vino directo hacia nosotros, y en un segundo podría haber sido el fin. Cuando las cosas se complican, pasan rápido”, relató. A pesar de estos riesgos, Port estaba determinado a lograr una estética cinematográfica. “No quería solo tomas inestables de cámara en mano. Quería cine puro, con una fotografía hermosa, como si fuera una película de ficción. Fui muy exigente con Jeff sobre los lentes y la composición, porque esta historia merecía verse épica”.
El proceso también fue emocionalmente agotador. Port, quien consideraba a Joe Vigiano un amigo cercano, confesó que a menudo pensaba en él mientras filmaba. “No se lo dije a los chicos, pero no podía evitar imaginar lo que Joe sentiría al verlos ahora. Él amaba tanto a sus hijos y siempre hablaba de ellos. Verlos hacer este trabajo con tanto compromiso fue muy emotivo para mí”, compartió.
Historias que quedaron fuera
En la sala de edición, Port tuvo que tomar decisiones difíciles sobre qué incluir en el corte final. “Había historias sobre Joe y Kathy cuando eran jóvenes, trabajando en el mismo precinto que sus hijos ahora. Me fascinaba cómo los crímenes de los 80 —asesinatos, robos, asaltos— son tan similares a los de hoy. Fue una exploración intelectual interesante, pero no encajaba en esta narrativa”, explicó.
Otro aspecto que Port lamentó no poder desarrollar más fue la experiencia del hijo menor de los Vigiano en la Infantería de Marina. “Estuvimos con él durante la Hell Week en Parris Island, algo que el Cuerpo de Marines rara vez permite filmar. Quería incluir más sobre su nueva vida en Hawái y Filipinas, pero simplemente me quedé sin tiempo”, admitió. Sin embargo, el documental culmina con una poderosa imagen de los tres hermanos en uniforme, un momento que Port considera esencial. “Ese plano de los tres juntos era el final que necesitaba. Sin él, no habría terminado la película”.
Un mensaje para las nuevas generaciones
Twin Towers: Legacy busca inspirar a audiencias de 18 a 45 años, especialmente a los más jóvenes, a valorar el trabajo de los primeros respondedores. Port, quien ha trabajado con el NYPD y el Departamento del Sheriff de Los Ángeles durante décadas, enfatizó la importancia de ver más allá de los estereotipos. “He tenido la oportunidad de trabajar con celebridades que interpretan a policías en películas, llevándolos a entrenar con oficiales reales. Quiero que los espectadores, jóvenes y mayores, entiendan que los policías, bomberos y otros primeros respondedores no son los malos. Son personas que hacen un trabajo increíble todos los días”, afirmó.
Port también destacó la diversidad del NYPD, describiéndolo como un crisol de razas y religiones. “Somos un país de inmigrantes. Los Vigiano son italo-irlandeses, mi familia es de judíos de Europa del Este. Todo el equipo de filmación éramos hijos o nietos de inmigrantes. Nadie en nuestro equipo llegó en el Mayflower, y eso es lo que hace hermosa a esta historia”, dijo. Su mensaje para los jóvenes es claro: “Juzguen por ustedes mismos. Lean, vean documentales, escuchen puntos de vista opuestos. Pero sepan que estos 34,000 hombres y mujeres del NYPD, como los Vigiano, están haciendo el trabajo del Señor todos los días, sin importar el color de piel, la religión o las creencias políticas de las personas a las que ayudan”.
Un estreno cargado de simbolismo
El 4 de septiembre de 2025, Twin Towers: Legacy se estrenó ante 300 agentes del NYPD, un evento conmovedor en el que los oficiales presenciaron en pantalla los ecos de la tragedia que marcó sus vidas y su ciudad. Clasificada PG-13 por su temática intensa y algunas imágenes perturbadoras, la película está disponible en VOD y plataformas digitales desde el 9 de septiembre.
Producida por Robert Port y Rick Dugdale, con Barry Brooker y Jonathan Lennox como productores ejecutivos, Twin Towers: Legacy es más que un documental: es un testimonio de la resiliencia humana y un recordatorio de que el espíritu de servicio puede transformar el dolor en esperanza. Como dijo Port: “Esta es la América que amo, una donde la gente hace lo correcto, sirve a los demás y regresa a casa a besar a sus hijos”.
Por qué no te puedes perder Twin Towers: Legacy
Si buscas una historia que combine emoción, acción y un mensaje poderoso, Twin Towers: Legacy es imprescindible. Este documental captura el heroísmo de una familia que ha enfrentado la pérdida con valentía, al tiempo que ofrece una mirada íntima al trabajo de los primeros respondedores que arriesgan sus vidas diariamente. Con una narrativa envolvente, una fotografía de calidad cinematográfica y la voz de Dennis Quaid, esta película es un homenaje a quienes convierten la tragedia en esperanza.
Prepárate para un viaje emocional que te hará reír, llorar y sentirte orgulloso de las personas que mantienen viva la esencia de una nación. Twin Towers: Legacy no es solo una película; es una carta de amor a los héroes anónimos que, como los Vigiano, hacen del mundo un lugar mejor, un día a la vez.
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