Escrita y dirigida por la cineasta española Isabel Coixet, ‘Elisa y Marcela’ corresponde a una película del género romántico y biográfico. La cinta plasma la relación de dos mujeres gallegas que, en el intento de permanecer juntas, deciden falsificar la identidad de una de ellas y consiguen casarse, en el marco de una sociedad sumamente religiosa e intolerante.
Tráiler y sinopsis
La cinta se estrenó en el Festival de Cine de Berlín en febrero de 2019.-
Ambientada entre los últimos años del siglo XIX y los comienzos de los 1900, Elisa y Marcela retrata íntimamente la relación entre dos jóvenes mujeres que se conocen en un colegio de monjas para señoritas, en Galicia, España.
Las dos chicas no tardan en generar una química irremediable, que luego termina por convertirse tanto en objeto de fascinación como de ternura, lo cual se ve muy bien plasmado en la primera mitad de la cinta.
Separadas por el duro convencionalismo que caracterizaba a la brutalidad de su época, Elisa y Marcela se reencuentran años más tarde, ambas convertidas en maestras. A partir de ese momento y durante toda la película, la pareja no solo incursiona en sus sentimientos de puertas adentro, sino que se convertirían en la unión homosexual que se atrevió a hacer pública su relación.
Elisa y Marcela, una película difícil
Más allá de aferrarse a los hechos en los que fue inspirada, Elisa y Marcela se sitúa como una película tan absorbente como conmovedora desde el primer minuto.
La naturaleza de sus personajes es presentada con una pureza y una ternura tan imprescindible para la trama, como el abordaje de su relación en sí. Indudablemente, uno de los grandes aciertos del filme fue haber tenido a dos actrices como Natalia de Molina y Greta Fernández, encarnando a Elisa y Marcela, respectivamente.
Algunos elementos que fueron considerados como desaciertos
Tanto el público español como miembros de la crítica internacional, han optado por diseccionar a Elisa y Marcela, y catalogarla de intrascendente y aburrida. Incluso, un periodista de The Hollywood Reporter, declaró que la cinta carecía de los conflictos emocionales que habían catapultado a dos cintas hollywoodenses, Brokeback Mountain y Carol.
Adicionalmente, se denunció la representación gallega por verse primitiva, y se señaló la selección de ciertos actores en el reparto que, en lo absoluto, encajaban en términos identitarios de los personajes que representaban, bien haya sido por el acento, por las formalidades o por su etnicidad.
A pesar de las enormes críticas que se ha llevado la cinta, al punto de haber sido una entrega “decepcionante”, según diversos medios de la prensa española; la película no busca ser una propaganda reivindicadora sobre los derechos de la comunidad LGBTIQ+.
Al contrario, se toma las libertades necesarias para retratar, de la manera más genuina, cómo pudo haber sido la apasionante relación entre dos mujeres que, arriesgando su vida y su libertad, apostaron por permanecer juntas hasta el final de sus días.
Una cinta lésbica de homenajes y metáforas
Desde el inicio hasta el final, Coixet juega brillantemente con las metáforas que aportan, significativamente, al desarrollo y a la construcción narrativa de su película.
El empleo magistral de las luces y las sombras, la inmersión en el agua, la inclusión de un pulpo en una de las escenas eróticas, el caballo blanco con el que sueña Elisa, y demás elementos plasmados en la trama, se adhieren a la mente del espectador y completan una historia que no necesariamente brilla por la grandilocuencia de sus personajes o por lo extravagante de la época.
En contraposición a lo que muchos esperaban de la cinta, Elisa y Marcela es una auténtica fotografía del amor homosexual, de la mano de una magnífica representante del cine de autor contemporáneo.
Por Gabriela Herrera / @gavahema / Culturizando
Con información de: El País / IMDb / El Rescate Musical /Filmaffinity /
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