Los escorpiones son artrópodos que viven en casi todos los lugares del mundo. Se reconocen fácilmente por tener 8 patas y una cola larga segmentada que termina en un aguijón venenoso.
Eso quizás ya lo sabes, lo que probablemente desconozcas es que poseen una característica muy interesante: son fluorescentes.
Los escorpiones brillan en la oscuridad si se les expone a la luz ultravioleta. Esta se refleja en la luz visible en un rango de colores verdosos.
La causa de dicho fenómeno radica en ciertos compuestos químicos localizados en sus cutículas, entre los que se encuentra la beta-carbolina.
A medida que el animal madura la cutícula se va recubriendo de una fina capa llamada capa hialina, la que va endureciéndose con el tiempo provocando mayor fluorescencia en el animal.
Esta capa puede tornarse tan fuerte que incluso en los fósiles de escorpión, miles de años después, pueden encontrarse restos de ella incrustados en las piedras.
Función de la fluorescencia
En realidad se desconoce la función de esta característica para los escorpiones. Se ha sugerido que es un mecanismo sensor de la luz UV ―los escorpiones tienen vida nocturna y evitan la luz―, pero aún no se concluye para qué exactamente sirve dicha detección.
Quizás sea una manera de encontrarse entre ellos, su color marrón puede hacer que se confundan con los terrenos desérticos donde suelen vivir.
Hay quien piensa que de ese modo pueden deslumbrar a sus presas. Por el momento no se realizado ninguna confirmación de estas hipótesis.
Algunos aracnólogos consideran que no tiene función alguna, sólo sería un resultado azaroso de la evolución. En cualquier caso, dicha peculiaridad tiene una importancia para la ciencia, pues facilita la tarea de observarlos y recogerlos cuando cae la noche.
@Hoy Verde
Fuente: ojocientifico.com
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