La mantis orquídea, o Hymenopus coronatus, es una bella mantis de colores rosa y blanco, con lóbulos en sus patas que parecen pétalos de flor. Aunque esta especie no vive sobre orquídeas, tiene un parecido extraordinario con una orquídea o flor en general. Esta especie es muy popular y querida por sus brillantes colores e impresionante camuflaje. En la naturaleza, Hymenopus coronatus se encuentra principalmente en Malasia.
Estas mantis prosperan en las áreas húmedas y cálidas de dichas selvas del Sudeste de Asia. Allí pueden encontrarse en las orquídeas o en los árboles de papaya florecidos. En cautividad las nínfas pueden ser mantenidas con una dieta a base de mosca de la fruta, para luego pasar a comer otros pequeños insectos. Los adultos comen todo aquello que puedan cazar, incluso pequeñas lagartijas, moscas, mariposas, polillas y otros insectos voladores no venenosos. Aunque primariamente carnívoras, las orquídeas mantis han sido observadas comiendo pequeños trozos de banana. Esta conducta se cree que la realiza el animal para proveerse de vitaminas obtenidas a través de los jugos de la banana (rica en potasio).
Si se le amenaza, la mantis trata, o bien de confundir al atacante o bien de asustarlo. Si se le levanta en el aire, se vuelve agresiva y trata de morder todo aquello a su alcance. Sus depredadores naturales incluyen los lagartos, geckos, araña saltadora, sapos, aves, roedores, murciélagos, y musarañas.
Esta especie se caracteriza por su hermosa y brillante coloración, así como su inusual forma; Sus cuatro patas andadoras recuerdan los pétalos de una flor, y la coloración de los cuerpos suele hacer juego con la del medio ambiente en el cual se desarrollan. H. coronatus muestra uno de los dimorfismos sexuales más pronunciados de todas laas especies de mantis, siendo los machos menos de la mitad de grandes que las hembras. Las jóvenes ninfas recuerdan a hormigas de cuerpo coloreado negro y naranja. A medida que la mantis crece, su color se va acercando más al que la rodea con las sucesivas mudas. Se sospecha que la humedad y la intensidad de luz juegan un papel importante en la coloración final del adulto.
No son peligrosas, además no pueden morder a los humanos aunque pueden intentarlo. No pican ni son venenosas, además, en algunos países, se comen y en otros se las considera religiosas.
Con información de Wikipedia | Cuidandobichos.com | Foto: Mantis Orquídea / Shutterstock
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