Entre los años 50 y 70 Islandia e Inglaterra tuvieron una serie de enfrentamientos por el territorio marítimo pesquero. Estas disputas reciben el nombre de las Guerras del Bacalao… Te explicamos de qué se trata…
Los barcos británicos tenían desde el siglo XV faenando las aguas islandesas, ya que la cantidad de peces en esta zona es mayor. Después de años de tensiones, Islandia decide ampliar unilateralmente a 22 kilómetros sus límites pesqueros en el año 1958.
La pesca representaba casi toda la economía de Islandia para aquel entonces, sus caladeros eran de los más ricos del mundo. Reino Unido envió un grupo de buques de guerra hacia la zona, pero los retiró al poco tiempo, ya que el avance de territorio marítimo islandés no afectaba en gran medida su actividad pesquera. Además, una gran cantidad de islandeses protestaron en la embajada británica de su país.
Cuatro años de tensión
Esta primera confrontación fue el inicio de una tensión que duraría 18 años, conocida como las Guerras del Bacalao. Este nombre se debe a que el bacalao era el principal pez que se conseguía en las zonas de disputa de estos enfrentamientos.
Catorce años después, en 1972, Islandia volvió a expandir sus límites jurisdiccionales de pesca 93 kilómetros. Esta decisión se tomó por una baja en la producción de sus caladeros. Los islandeses cortaban las redes de los caladeros que se encontraban dentro de su nueva zona pesquera y saboteaban la faena británica.
Los ingleses presionaron diplomáticamente a los islandeses. El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), tuvo que intervenir y se consiguió que a los británicos se les permitiera entrar en las aguas en las que pescaban, siempre y cuando no superaran las 130 mil toneladas al año.
Este segundo enfrentamiento tendría alerta al ejército inglés, que estaba listo para defender a su flota pesquera. Tan solo año y medio duró la paz en las aguas del Atlántico, ya que Islandia rompió el acuerdo que se suponía tenía que durar hasta 1976.
En 1974 los islandeses volvieron a ampliar su territorio marítimo de pesca, pero esta vez 320 kilómetros. Otra vez cortaban las redes de los caladeros que se encontraban dentro de su territorio; además, enviaron seis barcos de guardacostas y dos patrulleros policiales para proteger el área.
Reino Unido desplegó 22 buques de guerra para proteger sus barcos pesqueros. Los saboteos y enfrentamientos tuvieron fin cuando la ONU intervino en 1976, reconociendo los 320 kilómetros de territorio marítimo que amplió Islandia.
Se firmó un acuerdo que permitía a 24 arrastreros ingleses pescar hasta 30 mil toneladas al año en aguas de Islandia. De esta manera terminó el conflicto de las Guerras del Bacalao.
Con información de La Brújula Verde / El País
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