Durante muchos miles de años de la historia de la humanidad, no existía absolutamente ninguna forma de grabar voces y sonidos para la posteridad. De hecho, no se empezó a escribir nada hasta el año 3200 a.C., cuando los habitantes de Mesopotamia (el actual Irak) crearon el primer sistema de escritura: la escritura cuneiforme. Solo podemos adivinar la cantidad de historia que se ha perdido en el tiempo.
Por eso, el progreso de la grabación de audio en los últimos 160 años es realmente asombroso; la tecnología ha avanzado a pasos agigantados. La historia de la grabación de sonido comenzó con la invención del rudimentario fonógrafo (que podía grabar el sonido, pero no reproducirlo), y en menos de dos siglos se ha avanzado hasta la grabación digital de audio. Gracias a la mayor capacidad de almacenamiento y a los archivos digitales, podemos llevar nuestras bibliotecas musicales completas en nuestros teléfonos inteligentes, e incluso grabar sonido sobre la marcha como y cuando nos plazca.
Esto está relacionado directamente con las transcripciones de audio, unos servicios que empezaron a ofrecerse tras la mejora de las piezas de audio y la necesidad de ciertas empresas de automatizar todo el proceso. La grabación de audio nunca ha sido tan accesible y es realmente alucinante pensar en lo poco que se ha grabado de la historia humana desde hace miles de años.
Poco desarrollo en las primeras transcripciones
Una máquina transcriptora es un dispositivo que convierte el audio en palabras escritas traduciendo el habla en texto. Las primeras máquinas de transcripción no eran realmente máquinas, sino una combinación de personas y una grabadora de audio.
El mecanógrafo que trabajaba en una empresa de transcripción escuchaba el discurso grabado a través de unos auriculares y se limitaba a escribir lo que oía. Sin embargo, con el paso de los años, las máquinas de transcripción han evolucionado más allá de sus humildes orígenes y se han convertido en equipos tecnológicos complejos y eficaces.
Con la aparición de la tecnología digital, los servicios de transcripción comenzaron su evolución hasta convertirse en lo que son hoy. Estas máquinas más recientes eran dispositivos digitales que permitían al usuario grabar sonido y luego conectar el dispositivo a su ordenador.
Mediante el uso de un software especial, este audio grabado se transcribía en texto. Aunque la eficacia de estas máquinas era extraordinaria para la época, seguían teniendo altos índices de error y no eran increíblemente precisas. Por tanto, la evolución de la transcripción de audio aún no estaba completa.
Aumento de la importancia de la transcripción en la actualidad
Hoy en día, las empresas de todos los sectores graban cantidades ingentes de contenido de audio y vídeo, ya sea para uso interno o de cara al cliente. En otras palabras, las empresas de transcripción especializadas en diversos campos siguen siendo grandes y a menudo de misión crítica.
Con el paso de los años, la tecnología del habla se ha vuelto mucho más precisa, especialmente cuando se utiliza junto con expertos en directo. Hay plataformas y herramientas que combinan el reconocimiento de voz con inteligencia artificial con transcriptores reales de origen colectivo que pueden transcribir el audio a texto y luego corregir el resultado del reconocimiento de voz, algo que se ha ido perfeccionando con el paso del tiempo.
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