En la búsqueda por contar verdades nace el movimiento o estilo ‘cinéma vérité’ (traducido como cine de realidad) que, una vez más, nos muestra que la realidad supera la ficción. ¿Te gustaría aprender algo más sobre la cinematografía con este estilo?
Haciendo un recuento de la historia, el cine puede ser considerado una de las artes más recientes. Desde su inicio, la interpretación y la representación han constituido dos de los elementos más importantes para la creación de ficción audiovisual; sin embargo y con el pasar del tiempo, han surgido distintas corrientes dentro del séptimo arte que, lejos de buscar una interpretación que parezca elaborada, buscan acercar el audiovisual al público de una forma que parezca lo más real posible. Tanto es este auge por contar historias reales (o que por lo menos lo parezcan) que surge el famoso género documental, que basa su contenido en historias verídicas con testimonios fidedignos.
Y es que a pesar de que el cine suele ser conceptualizado como una experiencia en la que huimos de la realidad, el ser humano siempre tiene la necesidad de acercarse a la innegable realidad. Si nos remontamos en el tiempo, la filmación La salida de la fábrica (1895) de los hermanos Lumière fue simplemente una documentación de sus trabajadores saliendo de la fábrica que ellos dirigían. Es en la búsqueda de sucesos reales que nace el llamado movimiento cinéma vérité (traducido del francés al español como cine de realidad), creado por una de las cabezas de la Nueva ola francesa, el cineasta Jean Rouch.
Origen del cine de realidad
Aunque Jean Rouch fue el creador del cine de realidad, él mismo expresó en varias ocasiones que se basó en la teoría del cine-ojo del cineasta soviético Dziga Vértov. El cine-ojo surge por los años 1920, en reacción al desacuerdo con el cine convencional. Vértov consideraba que todo el montaje anterior y posterior a la filmación quitaba autenticidad al metraje y le daba una sensación de falsedad. El cine-ojo se caracterizaba entonces por encontrar la verdadera autenticidad de la fotografía, rechazando el guion y la puesta en escena para captar los sucesos tal cual como suceden en la realidad. Vértov se inspiraba, a su vez, en otro cineasta de documentales estadounidense llamado Robert Flaherty y consideraba que la cámara veía mucho mejor las imágenes que los ojos humanos.
Rouch toma estos elementos y los modifica, aprovechando el auge tecnológico de las cámaras, que pasaron de ser grandes y ocupar mucho espacio a ser pequeñas y compactas (de 16 a 8 mm).
Características del cine de realidad
No hay que confundir el cine de realidad con el género documental, porque aunque el primero toma características de la documentación, el cine de realidad cuenta ficciones. Sin embargo, hay que tener presente que Jean Rouch, aparte de ser cineasta, fue un activo antropólogo y realizó durante toda su vida muchos estudios a la comunidad africana. Por lo que sus propias profesiones constituían las características del género cinematográfico que creó. A gran escala, se podrían resaltar las siguientes:
- Las historias pueden contarse con filtro objetivo o subjetivo, pero la temática principal siempre será filmar problemáticas sociales.
- Aunque se planificaban locaciones y se usaban ciertos elementos del montaje, no podía existir edición en postproducción.
- Existe la narración clásica (inicio, desarrollo y final), pero se combinan técnicas naturalistas propias del documental, en búsqueda de retratar la realidad con cierto punto de elaboración.
Movimientos que inspiró el cinéma vérité
Los cineastas franceses de la Nueva ola estuvieron involucrados en este movimiento, del que el propio Rouch formaba parte. A pesar de que este movimiento no fue tan conocido como toda la nueva y segunda ola francesa, muchos cineastas realizaron filmes durante décadas basándose en muchos de estos elementos.
La versión británica de este estilo se denominó Free Cinema (cine libre), que tuvo incluso su propio manifiesto llamado Manifiesto de los Jóvenes Airados. Este movimiento contenía tanto películas de ficción como películas documentales (así como el cine de realidad) y su figura más representativa continúa siendo el cineasta Ken Loach.
Posteriormente, el renombrado Dogma 95 también toma características del cine documental y de realidad buscando la máxima frontalidad posible, ya que no se usaban luces artificiales ni grandes retoques de edición. Sin embargo, este movimiento fue fallido desde un principio, ya que sus propios creadores no cumplieron los fundamentos del estilo.
Posterioridad
Aunque hoy en día la tecnología ha dado pasos agigantados en cuanto a la digitalización de las herramientas, la representación de realidades (bajo el formato o la modalidad que sea) continúa siendo conmovedora para todos los públicos.
Las plataformas de streaming han dado paso a que ciertos documentales que incluyen contenidos sensibles para la televisión clásica puedan ser vistos alrededor del mundo por millones de personas, así como también sucede que muchas películas de bajo presupuesto y sin grandes retoques de edición terminan por convertirse en filmes de culto; fuentes de inspiración para jóvenes aspirantes.
Es innegable que el legado del cinéma vérité nos demuestra cómo la ficción fantástica es entretenida, aún más que la realidad, remarcando así el célebre dicho “la realidad supera a la ficción”.
Con información de: Wikipedia / Media Cine / Foto: Shutterstock
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