Al parecer sí existen animales que son perjudiciales para la naturaleza. Estos, claro está, no son conscientes de los daños ejercidos. A diferencia de los seres humanos, cuya racionalidad les permite hacer elecciones. Los malos comportamientos de estos organismos son parte de sus propiedades evolutivas, patrones de conducta inmutables o resultado de la mala influencia de los hombres. Veamos algunos de estos animales y las características que afectan al medioambiente.
Carpa común. La carpa común suele alimentarse de la vegetación de los fondos acuáticos. Se caracterizan por alterar radicalmente el medio ambiente. Cuando invaden hábitats extraños son muy peligrosos. Lamentablemente existen en muchos lugares del mundo y los estados gastan recursos anualmente para controlar este pez tan dañino.
Elefantes. Contra toda expectativa el elefante ocupa la lista de animales que causan daños naturales. Al ser las criaturas más grandes y poderosas del mundo, ejercen un profundo impacto en los ecosistemas. En la búsqueda de sus alimentos, los elefantes suelen arrancar arbustos, romper ramas e incluso maltratar selvas enteras. Por siglos los bosques se han recuperado de su paso devastador, pero como el hombre ha reducido el alcance de estas bestias, su conducta irracional puede transformar radicalmente áreas cerradas.
Estrellas de mar. Existe un tipo de estrella de mar que tiene una corona de espinas venenosas cubriendo su cuerpo. Su alimento son los pólipos de coral. Cuando se producen superpoblaciones de esta especie, extensas áreas de arrecifes de coral son destruidas, con los consiguientes ecosistemas que allí se desarrollaban. En las últimas décadas ha habido una explosión demográfica de estos organismos. Resultado: destrucción generalizada de la Gran Barrera de Coral. La razón de este crecimiento desmedido ha sido la proliferación de algas, alimento menos espinoso para los depredadores.
Ganado. Según la ONU, la ganadería es responsable del 18 % de la producción de gases de invernadero. El ganado emite altas cantidades de metano en sus eructos y flatulencias. Por otra parte, la ganadería es causa importante de la deforestación del planeta, especialmente en la selva amazónica. Como la demanda humana de alimentos se incrementa, ha aumentado el sobrepastoreo, lo que afecta la biodiversidad de los ecosistemas.
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