En los anales del desarrollo automotriz hay páginas enteras dedicadas exclusivamente a ciertas marcas o modelos específicos, que destacan por su historia, proezas únicas o registros de velocidad singulares. Pero también hay breves apartados hechos para aquellos vehículos que se quedaron “sentados en el sofá del olvido”. Precisamente hoy hablaremos de 6 automóviles olvidados que seguramente no conocías.
Leyat Helica 2H Serie D21 (1922)
Además de un interesante caballero francés, Marcel Leyat fue un industrial apasionado del automovilismo y la aviación; pasión que lo llevaría a intentar fusionar ambos mundos en un solo bólido. El resultado final de este empeño sería un prototipo de híbrido conocido como “Helica”. Lamentablemente la I Guerra Mundial detuvo los planes de producción del automóvil de Leyat por algunos años.
Pero no todo es malo, ya que al final de este terrible enfrentamiento, Leyat descubrió que era posible resolver parcialmente la gran escasez de materia prima que había, fundiendo parte del inmenso arsenal bélico sobrante que la guerra había dejado tras de sí.
Viendo así una oportunidad, en lugar de un problema, Leyat usó el material de guerra sobrante para producir entre 1919 y 1925 unos 30 ejemplares, basados en el concepto de su Helica prototipo de 1913. Diseñado a modo de avión, el Leyat Helica 2H Serie D21 (de 1922) cuenta con una gran hélice delantera, impulsada por un motor ABC 9HP de 8hp refrigerado por aire. También posee asientos en tándem (o sucesión).
Leyat fallece en 1986, sin ver que el proyecto fuera exitoso, como esperaba.
Maier Leichtbau (1939)
Corrían los años 30 en Alemania cuando Hitler instó a la creación de un «auto del pueblo», con un diseño similar a los bocetos hechos por él mismo. En respuesta a este llamado, Friedrich Maier, un Ingeniero aeronáutico que trabajaba en Junkers, instaló un pequeño taller y allí construyó un bólido que cumpliera con los requisitos del líder alemán.
El resultado fue un vehículo con un diseño aerodinámico (gracias, en parte, a su carrocería autoportante; patentada en Julio de 1932) y a su motor DKW de 692cc y 20hp. Como innovación, los asientos del Maier Leichtbau venían con opción de altura variable (idea patentada a su vez en Julio de 1938).
El automóvil se exhibió en el Auto Show de Berlín de 1939 bajo el nombre de Maier Leichtbau, pero no llamó la atención y no obtuvo contrato con el gobierno para ser producido en masa.
Luego de la guerra, el vehículo fue robado por los aliados y Maier murió en la pobreza. Su creación reapareció en los 70, gracias a una serie de guerra llamada Tadelloser and Wolff; esta vez portando un motor de Volkswagen para hacerlo funcional. En los 80 este ejemplar fue vendido, pero no se pudo restaurar. En 2008 fue redescubierto y restaurado, manteniendo el motor de Volkswagen.
Puma (1960)
No hay mucha información sobre este automóvil, pero sí se sabe que El Puma fue un auto de elegantes líneas, de producción chilena (contaba con un 85% de elementos chilenos y un 15% de elementos franceses), y construido durante el año 1960.
De acuerdo a la prensa de la época, el Puma se armaba en las instalaciones de la empresa metalúrgica de Luis Montanari, con una carrocería de plástico de un taller llamado Industria Coya. Por su parte, los vidrios venían de la empresa Cristavid, los cauchos de INSA, otras gomas de la carrocería estaban hechas por Manufacturas de Caucho, la batería por Baterías Metropolitan (en Arica), y la tapicería por el taller Schlesinger.
En lo que respecta a su potencia, este automóvil portaba un motor Panhard de 2 cilindros, con refrigerado por aire con turbina, de 50 HP y tracción delantera. Contaba además el Puma con una velocidad máxima de 155 KPH.
No existen registros que refieran la cantidad de unidades producidas, aunque se habla de 6 automóviles por día. Sin embargo, los registros fotográficos validan la existencia de solo 2, y hoy en día su paradero se desconoce.
Neorion Chicago (1974)
En los años 70, la Corporación Neorion, propiedad del magnate griego Giannis Goulandris, compró la Enfield Automotive inglesa, que hacía autos eléctricos. Pero Goulandris quería ir más allá y hacer automóviles convencionales, así que llama al diseñador Georgios Michael, quien presenta una propuesta de carro de lujo. Nace entonces el Neorion Chicago, llamado así por su estilo inspirado en los años 30.
El Neorion estaba equipado con un motor AMC V8, cosa que implicó cambios en el diseño original. La producción comenzó con apenas 4 vehículos en la planta de Syros, en la Isla de Cyclades, en Grecia, sin embargo, una nueva ley griega atacaba directamente al nicho de mercado de este automóvil, lo que llevó a que el proyecto se cancelara.
Debido a la cancelación del proyecto, solo 2 Neorion Chicago se fabricaron. Uno está en una colección privada, y el otro (mostrado arriba) está exhibido en el Centro de Ciencias y Museo de Tecnología de Thessalonika, Grecia.
Meera (1975)
Antes del Tata Nano estuvo este vehículo, el Meera de 1975. Se trata de un modelo hecho en la India, gracias a Shankarrao Kulkani, quien tenía años trabajando en la idea de un automóvil para las masas. Kulkani comenzó a trabajar en su proyecto en 1949, y presentó este prototipo final en 1970 como resultado. El modelo sin embargo terminaría siendo de 1975.
El plan era venderlo por 12.000 Rupias, casi el mismo precio del Nano, llevado a moneda moderna. Tenía un motor de dos cilindros y dos tiempos, y un solo limpiaparabrisas.
Pero el gobierno le dio la espalda al proyecto de Kulkani. Cierto, la municipalidad de Jaysinghpur, en la que Kulnai vivía, le ofreció unos terrenos gratis para ubicar la fábrica de su vehículo, pero el gobierno Indio no lo apoyó. Este prefirió e cambio favorecer la entrada de Suzuki al país (también hacia 1975).
Debido a todo esto, solo se produjeron solo cinco ejemplares más, además del prototipo, pero ninguno recibió permisos del Estado Indio para circular. De este modo murió, sin haber terminado de nacer, el primer auto de las masas hecho en la India.
Leata Cabalero (1976-1977)
Feo y de aspecto gracioso, eso describe al Leata Cabalero. Y créanme cuando les digo que su nombre mal escrito (Caballero) es el menor de sus problemas. El Cabalero es un auto que hizo la Stinbaugh Manufacturing Co. entre 1976 y 1977. Está basado en el Chevrolet Chevette americano y hasta tiene su mismo motor, un 4 cilindros de 1.4 litros y 60 hp, que resultó demsiado pequeño para la cantidad de peso que tiene el Cabalero en fibra de vidrio y otros elementos diversos a solicitud.
El nombre de la marca «Leata» nace del apodo de Hilda, la esposa de Donald Stinbaugh, dueño de la empresa. Se ofrecía en 2 versiones: Pick-up y el de la imagen, al que llamaban «Sedan», una especie de Coupe-Brougham y hasta hubo uno convertible.
Gracias a Dios solo se hicieron 97 unidades y de ellos 75 son como el de la foto. La idea fue tan mala que el mismo Donald Stinbaugh reconoció haber perdido mucho dinero. Costaba 6.000 dólares y el Chevette 3.200. ¿Quién iba a comprarlo?
Con información de: Bharat Autos / Heinskel Scooter / Historica Autopro / New Atlas / Rugen los Motores / The Drive / Imagen de portada: Old Time Rapp
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