Culturizando tuvo la oportunidad de acercarse y conocer mejor a la escritora, guionista y dramaturga venezolana Mónica Montañés, autora del famoso monólogo “El Aplauso va por dentro”, de los relatos “Veintitantos amores y pico”, “Perlas Falsas”, “Desconocidos” entre otros. Esto fue lo que recogimos de la “Entrevista con Mónica Montañés”.
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¿Qué es para usted la cultura?
Es todo lo que nos hace disfrutar de nuestro paso por esta tierra de la manera más plena posible, lo que te amplía los horizontes, lo que te acerca a entender a los demás y a ti mismo, lo que te lleva a maravillarte con la riqueza del idioma que hablas, con la infinita variedad de comidas que existen, con la magia de la música, de todas las músicas, del cine, de las llamadas Bellas Artes y de las que no son llamadas así, a gozar de la televisión y a defenderte de ella, lo que te ayuda a entenderte distinto y al mismo tiempo idéntico. En definitiva, para mí, la cultura es lo que te hace darte cuenta de ese milagro que es estar vivo.
Para mí las redes sociales son eso: una nueva forma de comunicación, tan nueva que creo que aún no hemos llegado a saber cuál podría ser su real alcance. Los pro que les veo son la inmediatez con la que puedes comunicar o enterarte de algo, el hecho de que hacen que el mundo entero pueda estar de pronto en tu celular o computadora, y sobre todo que nos amplían las fuentes de información, porque ya no tenemos que limitarnos a lo que diga tal o cual periódico o noticiero. La contra que le veo es que muchos corren el riesgo de creer que ahora la vida entera está ahí, dedicando todo su tiempo a eso y perdiendo tantísimas cosas que están fuera de la red.
Los de Agatha Christie jajaja. Cuando yo era chamita mi mamá me inventó un juego como para crearme el hábito de la lectura como algo cercano y apasionante. Agarrábamos los libros de Agatha Christie y le cambiábamos los nombres ingleses del reparto de personajes que aparecen al principio, poniendo nombres de amigos, vecinos o personas conocidas. Era alucinante porque la víctima y el asesino terminaba siendo algún pana o familiar nuestro. Ese juego loco no sólo me hizo adicta a leer sino una apasionada del género de literatura negra y creo que además me llevó a pensar siempre en los demás como posibles personajes jajaja.
No sé, sobaco quizás jaja porque me parece horrible como suena. Aunque la verdad creo que no borraría ninguna, amo todas las palabras, aún a las horribles.
A mis cuatro abuelos, porque los cuatro eran personajes fabulosos y se fueron de este mundo antes de que yo tuviera la edad y el oficio suficientes como para sentarme con ellos a escucharles los cuentos para luego convertirlos en libros. También, incluso antes que a ellos, me encantaría poder revivir a Estefanía, una carajita preciosa, gran amiga de mi hija y a La Flaca, la compañera de mi mejor amigo, dos mujeres maravillosas con un gran futuro por delante, que murieron víctimas del hampa común.
Pues volvería a elegir la misma jeje, escribir es lo que más me gusta hacer en este mundo, y además, me permite vivir otras vidas y ejercer otras profesiones a través de mis personajes.
La verdad yo he escrito siempre, incluso antes de aprender a escribir vivía echando cuentos y contando mentiras. Pero el momento en que me di cuenta de que esto es lo que quería hacer por el resto de mis días ocurrió durante el primer ensayo de “El aplauso va por dentro”. Cuando vi por primera vez a Valeria (mi personaje) entrar al gimnasio y decir mis parlamentos, cuando vi a Mimí dándole vida a lo que hasta ese instante era sólo palabras escritas en un libreto, supe que quería dedicarme a escribir para siempre.
El hecho de estar frente a mi computadora, con mis manos sobre el tecleado, dejando que todo lo que está en mi cabeza fluya y vaya poco a poco convirtiéndose en palabras, en frases, en párrafos, en diálogos, en escenas. Ya los personajes y sus historias suelen estar en mi cabeza, atormentándome para que los escriba. Por eso cuando me siento y puedo escribirlo, soy feliz.
Ya te dije que amo a todas las palabras y es cierto, estoy enamorada de la lengua castellana y sobre todo de cómo hablamos los venezolanos, tan llenos de riquísimas metáforas. Pero si tengo que escoger una sola palabra, creo que sería Mamá, o Mami, por el vértigo que me da cuando mis hijos la usan para dirigirse a mí.
De poder elegir, ¿cuál sería el lugar y el tiempo en el que desearía permanecer por siempre? (o al menos por un mucho)
En Venezuela, en el tiempo actual, donde puede pasar cualquier cosa menos el aburrimiento…
No tengo idea, eso es lo sabroso de ir lentamente hacia allá
Montones de libros que quiero escribir y disfrutar a mis hijos siendo madre y padre y a mis nietos
La vida real y las contradicciones de la gente
Un aroma: el del café recién colado
Una película: La amante del teniente francés
Una obra de arte: Todo Picasso
Un libro: Un mundo para Julius de Bryce Echenique
Una frase: Nada más triste que ser feliz y no darse cuenta.
¿Qué es lo que más le gusta de Culturizando?
Que es muy útil, que es lo mejor que se puede ser en esta vida.
Mónica Montañes en Twitter: @MonicaMontanesC
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Autor:
Daniela - culturizando.com
