Octubre 30, 2011

Opinión: ¿Para toda la vida?

Opinión: ¿Para toda la vida?

OPINIÓN.- Abro el periódico como cada mañana y al pasar las hojas me encuentro con una noticia innovadora pero al mismo tiempo controvertida, sucede que asambleístas de la Ciudad de México enviaron una iniciativa de ley para que los matrimonios tengan vigencia y también posibilidad de renovación.

Esta propuesta, según los asambleístas, se impulsa derivado de la cifra creciente de divorcios que existen en el Distrito Federal, los cuales duran un promedio de dos años. La iniciativa pretende hacer menos engorrosos los trámites de divorcio al tener una vigencia de dos años, si al cabo de ese tiempo la pareja decide continuar, únicamente deben “refrendar” su contrato matrimonial, en caso de que ya no decidan seguir unidos, el contrato al término de los dos años se da por anulado.

La propuesta tiene varios matices, por un lado el trámite de divorcio se realizaría prácticamente por sí solo al no renovarse el contrato matrimonial, para lo cual es sumamente necesario que las autoridades revisen muy de cerca los términos en los que éste se haría, sobre todo si existen hijos de por medio o bienes mancomunados. Por otra parte está el comportamiento general de los ciudadanos, una vez hecho un trámite se olvidan de renovarlo, terminarlo y muchas veces ni siquiera recuerdan que tienen un contrato, no existe la cultura del compromiso ante los trámites, precisamente porque la mayoría requieren de gran tiempo, dinero y esfuerzo. En el caso del “divorcio práctico”, los que siguieran felizmente casados probablemente se olvidarían de que deben de renovarlo para así no causar el divorcio.

Ahora veamos el lado humano, cuando una pareja se divorcia, es ya bastante el sufrimiento que este golpe causa emocionalmente a ambas partes como para enredarse también en un trámite que actualmente es largo, muchas veces conflictivo y además de enfrentar una separación de la pareja, también se debe enfrentar la ineficiente burocracia que hace más lento y costoso el proceso.

Sin embargo surgen varias preguntas, ¿qué acaso el matrimonio no está concebido para toda la vida?, ¿será que las parejas que se divorciaron a los dos años, se casaron pensando que su matrimonio tenía vigencia? Me parece que cuando dos personas contraen matrimonio, éste se realiza generalmente por amor, y cuando es así, nunca se tiene pensado que tenga fecha de caducidad.

Actualmente vivimos tiempos de cambio, tanto en lo económico, en lo político, en lo social, en lo laboral, en las familias, en nuestras relaciones y finalmente en cada persona. Todo esto deriva en cambios emocionales individuales que buscan adaptarse de la mejor manera a las formas actuales de relacionarnos, sobre todo en pareja, pero no creo que al cambiar las maneras, cambien las esencias y los objetivos. El matrimonio como estructura jurídica y base de la familia, se concibió para toda la vida, en mi opinión, tomar una decisión como casarse y pensar que puede durar únicamente dos años, me parece una forma poco responsable de asumir el compromiso.

En lo individual, no se trata de aguantar todo para salvar el matrimonio, sin embargo en lo social, creo que más bien habría que revisar por qué ha crecido el número de divorcios en la capital, qué es lo que sucede para que la familia se desintegre, y sobre eso entonces actuar de manera coordinada autoridades y sociedad civil, apoyando con actividades culturales, seguridad económica y bienestar social para que exista una mayor convivencia familiar. Esto no va a evitar los divorcios, sin embargo ayuda a que el matrimonio y por ende la familia se establezcan con bases firmes, de esta manera se podría reestructurar el tejido social que, actualmente, se ha visto afectado hasta sus entrañas.

Esta iniciativa, se apruebe o no, principalmente nos invita a reflexionar sobre los objetivos del matrimonio y el compromiso que cada quien asume con su pareja, sea por algunos años o sea para toda la vida.

Una colaboración de Mabel Almaguer @AlmMabel para @Culturizando

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