Marzo 21, 2011

Las diferencias entre Libia e Irak

Las diferencias entre Libia e Irak

Dos países exportadores de petróleo, Libia e Irak; sendos dictadores -Muamar el Gadafi y Sadam Husein- al frente; y la intervención internacional. Con los bombardeos sobre Libia surgen las comparaciones entre la Guerra de Irak (iniciada en marzo de 2003) y la actual operación ‘Amanecer de la Odisea’. Estas son algunas de las diferencias entre los dos conflictos:

Legalidad

La principal diferencia es que la intervención en Libia es legal. Naciones Unidas ha aprobado la resolución 1973 que autoriza «todos los medios necesarios» con el fin de proteger a la población. La medida recibió el respaldo de 10 de los 15 miembros del máximo órgano de seguridad internacional, sin ningún voto en contra. Cinco países -China, Rusia, Alemania, Brasil e India- se abstuvieron, dos de ellos -China y Rusia- miembros permanentes del Consejo de Seguridad con derecho a vetar la medida de no haberse abstenido.

Sin embargo, la ONU nunca aprobó la ocupación de Irak, que fue decidida por George W. Bush (EE UU) y Tony Blair (Reino Unido), en presencia de José María Aznar, en las islas Azores. En aquella ocasión, el Consejo de Seguridad de la ONU, con el veto de Rusia y Francia y la oposición de Alemania, rechazó la petición de una intervención militar por parte de EE UU y Reino Unido.

Objetivos de la intervención

EE UU y Reino Unido buscaban derrocar entonces a Sadam Husein. Para justificar la intervención, aludieron al riesgo para el pueblo iraquí y para el mundo de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, que nunca aparecieron. George W. Bush aseguró, antes de intervenir Irak, que consultaría al resto de naciones, pero añadió tajante: «que no haya malentendidos. Si Sadam Husein no se desarma plenamente, por la seguridad de nuestro pueblo y por la paz del mundo, lideraremos una coalición para desarmarle».

Una vez finalizada la intervención en Irak, George W. Bush reiteraba, en 2003, que «el régimen de Sadam Husein tenía lazos con el terrorismo y construía armas de destrucción masiva». En una intervención ante el plenario de la Asamblea de la ONU, y sin hacer alusión a la incapacidad para encontrar esas armas seis meses después de la invasión, el entonces presidente estadounidense subrayó que Sadam Husein había desafiado a la comunidad internacional y que, gracias a la coalición aliada que invadió Irak, ese país es «libre».

El objetivo en Libia no es derrocar a Gadafi, sino garantizar la entrada de ayuda humanitaria y evitar la masacre de la población. Se trata de una resolución para la imposición de la paz que debe acabar con un alto el fuego. «No estamos persiguiendo a Gadafi», constató este domingo el director del Personal Conjunto en el Pentágono, William Gortney.

El catedrático de Relaciones Internacionales Rafael Calduch explica que «el objetivo de la ONU no es derrocar a Gadafi de manera directa y expresa», ya que «eso le corresponde a los rebeldes». «Lo que busca esta intervención es equilibrar los medios militares de los rebeldes y de Gadafi, para evitar que Gadafi use su superioridad para aplastar al pueblo», prosigue Calduch.

Apoyos internacionales

La invasión de Irak se caracterizó por el bilateralismo de EE UU y Reino Unido. Fueron ellos los que llevaron ante la ONU la petición de intervenir en el país y posteriormente lograron apoyos (de España, Italia, Portugal, Hungría, Dinamarca, Polonia y República Checa) por la «amenaza para la seguridad mundial» que representaba Husein, aseguró el expresidente Bush. Esta decisión recibió masivas manifestaciones públicas en contra, desde organizaciones como Amnistía Internacional, hasta sindicatos y grupos políticos.

El caso de Libia cuenta, ya desde un primer momento, con el visto bueno de la ONU, la aprobación de la Liga Árabe (organización que agrupa desde 1945 a los estados árabes) y también de la Unión Africana (aunque sí rechazó este sábado «toda intervención militar extranjera, cualquiera que sea su forma» en ese país).

La resolución 1973 de la ONU autoriza «todos los medios necesarios» para garantizar la zona de exclusión aérea sobre Libia, pero prohíbe expresamente la intervención terrestre para conseguir el apoyo de los países árabes y africanos.

Intervención militar

En la Guerra de Irak, iniciada el 20 de marzo de 2003, hubo una invasión terrestre del país, así como bombardeos aéreos. En Libia, los aviones de combate de EE UU y Francia han bombardeado objetivos militares definidos para destrozar la superioridad técnica aérea y de material armamentístico pesado (como los blindados) del bando leal a Gadafi.

El objetivo de la intervención libia fue desde el principio la de establecer la zona de exclusión aérea impuesta por la resolución 1973 de Naciones Unidas. EE UU aseguró este domingo que la zona de exclusión aérea ya estaba en vigor, y que el objetivo siguiente era ampliar las patrullas de combate hacia Trípoli, la capital libia, e impedir así que las fuerzas de Gadafi sigan atacando a civiles inocentes: «Ahora trataremos de cortar sus líneas logísticas», explicó el almirante estadounidense Mike Mullen.

El catedrático Rafael Calduch cree que estas operaciones pueden durar «uno o dos días más» y después la intervención será de vigilancia del espacio aéreo para garantizar que Gadafi no recibe nuevo armamento.

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