Enero 20, 2017

La vista más alucinante de la Ciudad de México

La vista más alucinante de la Ciudad de México

Por Omar G. Villegas |

Las guías turísticas sobre México necesitan una actualización urgente o, al menos, un anexo. Entre las recomendaciones de playas paradisíacas, vestigios arqueológicos milenarios, coloridos mercados y restaurantes de exquisitas recetas hay una ausencia colosal de una de las grandes maravillas del país. Tan descomunal es que para avistarla, y no en su totalidad porque los ojos no dan para tanto, es indispensable estar dentro de un avión en vuelo.

No existe viajero contemporáneo, por muy “frecuente” que se jacte, que no sea encantado por ese escenario tan inaudito que se revela unos minutos antes de aterrizar en la Ciudad de México. Ya sobre esta urbe mastodóntica cualquier cara de desdén muta en otra embobada.

Cuando la ciudad se aparece ante un avión en vuelo los pasajeros, uno tras otro, encarrilan sus miradas hacia las ventanillas: sortean cabeceras, vecinos incómodos u otras miradas. Sacan sus teléfonos y abren la cámara fotográfica para apuntar hacia el exterior. Hay quienes no pueden contenerse y dejan brotar expresiones de arrobamiento y señalan. Seguro habrá algún visitante primerizo que se hincha de temor ante ese monstruo que está a punto de engullirlos. A mí me pasaría.

Los primeros prendados son los pasajeros de las ventanillas que advierten a lo lejos un mar gris, si es de día, o de luces en la noche. En cada horario la experiencia tiene su encanto. Inmenso. Aunque de noche ver surgir millones de luces en la oscuridad es alucinante. Aquellos primeros encantados van contagiando la curiosidad hasta que, literalmente, en medio de la Ciudad de México el avión se enfila, imposible, hacia la pista de aterrizaje casi rozando rascacielos como el World Trade Center, los de Paseo de la Reforma, las casas de Calzada Ignacio Zaragoza, la Torre de Mexicana, los árboles y el castillo de Chapultepec, las inmensas avenidas de hasta dos niveles … en fin, vemos la ciudad y sus alrededores hervir en gente, autos, calles, bicis. Movimiento. Siempre movimiento aún en la madrugada.

El espectáculo es impresionante, imprescindible, imperdible. Termina en un puñado de segundos, así que, viajero que viene a la Ciudad de México, pelea la ventanilla. Lo vale.

 

Omar G. Villegas | Twitter: @omargvillegas |

Omar G. Villegas (Ciudad de México, 1979). Periodista. Ha ejercido el periodismo cultural y de espectáculos en los diarios Reforma, El Universal, La Crónica de Hoy, El Día y, actualmente, en la cadena Tv Azteca, donde también es guionista. Ha colaborado en revistas como ¡Quién! y DEEP, y en el portal The Huffington Post. Ha publicado narrativa breve en su blog Memorias Consustanciales y ensayos en revistas electrónicas especializadas de México, España y Suramérica como Imágenes del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. Es profesor de Periodismo en la Universidad Iberoamericana. Autor del libro de relatos breves “El jardín de los delirios” (Textofilia, 2012). Egresado de periodismo de la UNAM. Estudió la maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Salamanca, España, con beca de la Fundación Carolina, y la maestría en Historia del Arte en la UNAM.

Foto: Ciudad de México / Shutterstock

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